El presidente Luís Abinader está consciente de que la situación económica y la pandemia del coronavirus son factores que no propician un ambiente adecuado para la discusión y aprobación de una reforma fiscal en el 2021.
Sin embargo, Abinader dijo que asume con valentía el reto de iniciar las discusiones de esta reforma porque el país la requiere desde hace muchos años y no puede esperar más. Reiteró que la misma se debatiría y aprobará en el 2021, para ser aplicada en el 2022.
“Esta reforma ha esperado por muchos años y nosotros hemos asumido la responsabilidad de hacerla, aún en estos momentos que no son los más halagüeños, desde el punto de vista económico y por la pandemia”, afirmó.
El mandatario dijo que la reforma implica dos aspectos básicos; uno que tiene que ver con la política del gasto público, para definir el Presupuesto Nacional que se requiere el país para su desarrollo.
El otro aspecto obedece al carácter impositivo, para determinar de dónde se sacarán los recursos para el financiamiento.
Resaltó que es la primera vez en la historia que un jefe de Estado decide debatir los aspectos de una reforma fiscal en el seno de Consejo Económico y Social, con la participación de todos los sectores.