¿Alguna vez, mientras soñabas, te diste cuenta de que estabas dormido? Si es así, has experimentado un sueño lúcido.
¿Alguna vez deseaste poder controlar el contenido de tus sueños? ¿En algún momento, mientras soñabas, te diste cuenta de que estabas dormido y de que nada de lo que ocurría era real? Las anteriores situaciones son propias de los sueños lúcidos, un fenómeno poco común, pero fascinante.
Por inverosímiles que sean los sueños, los vivimos con la plena sensación de que son reales. Por el contrario, en los sueños lúcidos la persona es totalmente consciente de que está soñando. Se estima que más de la mitad de la población ha tenido un sueño lúcido alguna vez en su vida, pero son pocos quienes los experimentan con mayor frecuencia.
¿Cómo se producen los sueños?
Cuando dormimos atravesamos diferentes fases que podemos agrupar en dos grandes etapas: el sueño no REM y el sueño REM. En la primera de ellas el cuerpo y la mente comienzan a relajarse, disminuye la frecuencia cardiaca, la respiración y la actividad cerebral.
Por el contrario, durante el sueño REM el cerebro se encuentra activo y presenta un funcionamiento similar al del estado de vigilia. Además, se experimentan los característicos movimientos oculares rápidos.
Es durante la fase REM que se producen las ensoñaciones, ya que los músculos se hallan paralizados, pero la actividad cerebral es elevada. Así, surgen los sueños como una compilación del contenido del inconsciente, de la memoria y de las experiencias vividas.
¿Cómo ocurre un sueño lúcido?
Los sueños lúcidos, al igual que el resto, tienen lugar durante la fase REM. La diferencia es que la persona es consciente de estar soñando.
Este nivel de conciencia puede variar de forma significativa. Por ejemplo, algunos se despiertan en cuanto descubren que están soñando y, en cambio, otros son capaces de permanecer e influir en los escenarios y el desarrollo del mismo.
Para algunas personas esto ocurre de manera natural, pero otros necesitan entrenarse para lograrlo. En cualquier caso, alcanzar un buen nivel de maestría con el que poder controlar los contenidos del sueño requiere práctica y perseverancia.
Consejos para experimentar sueños lúcidos
Hay algunas formas de estimular la presencia de sueños lúcidos. No son efectivas en su totalidad ni siempre resultan eficaces para todas las personas, pero aquí te compartimos varios consejos que puedes aplicar.
1. Diario de sueños
El diario de sueños consiste en mantener un cuaderno y un bolígrafo junto a la cama y anotar todo lo que se recuerda de los sueños, nada más al despertar. Quienes son más propensos a experimentar sueños lúcidos suelen recordarlos. Así, este diario te ayudará a estar más en contacto con tu inconsciente y a familiarizarte con su contenido.
2. Prueba de realidad
Por muy vívido que sea un sueño, hay en él ciertos elementos que son diferentes a los de la vida real. Así, la prueba de realidad consiste en seleccionar alguno de ellos y comprobar su presencia en estado de vigilia.
Por ejemplo, acostúmbrate a mirarte en el espejo o a observar tus manos con frecuencia mientras estas despierto. Cuando esto se convierta en hábito, serás capaz de realizar esta prueba dentro de la ensoñación y, al comprobar que se ve diferente, detectarás que estás dormido.
3. Intención
Para tener un sueño lúcido es importante establecer la intención. Así, procura dormirte teniendo en mente la idea de que esa noche despertarás dentro del sueño.
La meditación también puede ayudarte a lograr un sueño lúcido. Incluso, puedes despertarte a propósito unas cinco horas después de haberte acostado y volverte a dormir. Con esto incrementarás la probabilidad de que ocurra.
Beneficios de los sueños lúcidos
¿Son beneficiosos los sueños lúcidos? ¿Es bueno estimular su aparición? Aunque parezcan irrelevantes, ciertas situaciones podrían mejorar a través de la experimentación.
1. Abordar las pesadillas
Una de las principales aplicaciones de los sueños lúcidos es el abordaje de las pesadillas. Cuando estas aparecen de manera esporádica no tienen mayor importancia, sin embargo, las recurrentes pueden generar elevados niveles de ansiedad y afectar al descanso.
2. Mejorar habilidades
Imaginar o visualizar una escena es similar a vivirla a nivel cerebral. Las regiones cerebrales que se activan son las mismas en ambos casos, por lo que pueden obtenerse mejoras en habilidades practicándolas solo en imaginación. Lo mismo sucede si estas se realizan dentro del sueño lúcido.
Esto permite que las personas con discapacidades físicas puedan ensayar y mejorar sus capacidades mientras duermen. Pero también que músicos, deportistas y otros profesionales potencien su rendimiento al practicar durante el sueño.
3. Creatividad y diversión
Además de esto, los sueños lúcidos potencian la creatividad. Y, sobre todo, son divertidos, ya que nos permiten experimentar vivencias a las que no tenemos acceso durante la vigilia, como volar.
Posibles riesgos
Los sueños lúcidos también entrañan algunos riesgos, especialmente para las personas con desórdenes mentales. En ellos, la ficción y la realidad se superponen, lo que puede generar mayor confusión y dificultades entre quienes padecen algún tipo de psicosis o trastornos disociativos.
Además, interrumpir el descanso a media noche para lograr un sueño lúcido puede derivar en somnolencia, irritabilidad y otros problemas durante el día.
Los sueños lúcidos nos son magia ni esoterismo
Los sueños lúcidos son un fenómeno fascinante y que puede aportarnos beneficios. No se trata de algo mágico o esotérico, sino de una habilidad de la mente que aún no conocemos ni dominamos en profundidad.
Por tanto, es lícito que desees practicarlos para llegar a experimentarlos. Pero antes de hacerlo, ten en cuenta los posibles peligros y asegúrate de contar con las condiciones adecuadas.
Fuente: Mejor con salud