En algunas personas se irrita la piel después de depilarse y esto les genera muchas molestias. Puede provocar una sensación de ardor o calor, sensibilidad en la zona, picazón y, en algunas ocasiones, aparecen pequeñas protuberancias rojas.
El vello corporal, principalmente en las mujeres, se ha asociado con lo sucio y lo desagradable. En la actualidad, muchos hombres también son sometidos a esa presión social. Sin embargo, desde el punto de vista médico, esto no tiene ningún fundamento.
De hecho, la depilación es un factor que incrementa el riesgo de infección y otros problemas. Sin ir muy lejos, son muchos los que se quejan porque se irrita la piel después de depilarse. Por lo tanto, sería aconsejable replantear las creencias falsas en torno a esta práctica.
Motivos por los que se irrita la piel después de depilarse
Hay varias razones por las que se irrita la piel después de depilarse. Se estima que todos los que acuden con frecuencia a esta práctica han experimentado este problema al menos una vez. En particular, esta molestia se presenta en quienes emplean la técnica de afeitado o rasurado. ¿Por qué ocurre esto? Los siguientes son los principales motivos.
Una navaja o maquinilla en mal estado
Si la navaja o la maquinilla no tienen el filo adecuado, el resultado es una tensión excesiva en la piel. Lo que sucede en esos casos es que debes repasar la zona varias veces para lograr que el pelo se desprenda por completo.
Cada una de esas pasadas, o golpes, causa microabrasiones. Por lo tanto, se irrita la piel después de depilarse y se corre el riesgo de que esas pequeñas heridas se infecten. De este modo, pueden aparecer erupciones o protuberancias en la zona.
Algo similar ocurre cuando la navaja o la maquinilla están sucias, con el agravante de que el riesgo de infección aumenta. Por eso, es fundamental limpiar muy bien el instrumento con el que vas a depilarte, antes y después de utilizarlo.
El lubricante o la piel sucia
El afeitado o rasurado requiere del uso previo de un lubricante, como una crema de afeitar o agua y jabón. Si no se utiliza, es posible ver cómo se irrita la piel después de depilarse. Por lo tanto, este procedimiento nunca debe realizarse sin la humectación debida.
Algo similar ocurre cuando la piel está sucia. Durante la noche, o en el transcurso del día, se acumula grasa en la piel, así como toxinas y mugre. Por lo tanto, es necesario lavar el área antes de hacer la depilación o el rasurado.
La textura del pelo
El pelo rizado es mucho más difícil de afeitar o rasurar. Debido a su forma, a veces no crece en pleno hacia afuera, como ocurre con el pelo liso. Hay ocasiones en la que vuelve hacia atrás y comienza a crecer dentro de la piel, sin romper la superficie.
La consecuencia de esto es que se forman los famosos vellos encarnados. Estos se ven como pequeños bultos, después del afeitado. Son dolorosos y pueden llenarse de pus. En algunas ocasiones, requieren de una intervención médica.
Resequedad en la piel
La piel seca es por sí sola un problema que se debe controlar. Si a esto se le añade un rasurado, en especial si es frecuente, la dificultad se agrava. Lo común es que después de la depilación quede un parche rojo en la piel que causa picazón. El resultado es pobre en términos estéticos y riesgoso en términos de salud.
Técnica inadecuada
Lo adecuado es rasurar el vello en la misma dirección en la cual crece. El afeitado a contrapelo puede dejarte la piel ardiendo, como si estuviera en llamas. Esto se debe a que la fricción es mucho mayor y esto genera un estrés que, dicho sea de paso, es innecesario.
¿Cómo controlar la comezón e irritación?
Si la piel se irrita después de depilarse se puede acudir a varios métodos para reducir los síntomas. Lo más aconsejable es emplear tratamientos suaves, con el fin de no agravar el problema. Algunos de ellos son los siguientes.
Compresas o baño de avena coloidal
Las compresas de agua fría se consideran una buena medida para reducir la sensación de ardor y/o picazón. Según datos de un estudio científico, un baño con avena coloidal, de entre 10 y 15 minutos, limpiaría, calmaría e hidrataría la piel debido a sus propiedades antiinflamatorias.
Aloe vera
El Aloe vera es un producto que se emplea con frecuencia para los problemas en la piel, en particular para las quemaduras. Calma, desinflama y ayuda a regenerar el tejido. Solo tienes que aplicarte una capa fina en la zona afectada.
Aceites naturales
Hay varios aceites naturales que podrían ayudar cuando se irrita la piel después de depilarse. Una capa delgada de aceite de coco podría ser una opción interesante, ya que este producto tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas. Por otra parte, el aceite de almendras dulces es un emoliente y humectante natural; se puede aplicar antes o después del rasurado, para proteger la piel.
Por su parte, el aceite de árbol de té es antimicrobiano y antiinflamatorio. Lo adecuado es mezclar dos o tres gotas con el aceite de coco o el de almendras y, luego, aplicar en la zona afectada. Se recomienda colocar una gota en el antebrazo, antes de utilizarlo, para descartar una posible reacción alérgica.
Hamamelis y crema de caléndula
El hamamelis, o avellano de bruja, es una planta que se emplea con frecuencia para aliviar las molestias causadas por quemaduras o heridas en la piel. También, disminuiría las irritaciones. Se debe hacer una infusión y aplicar algunas gotas sobre la zona afectada, con un algodón.
De otro lado, la crema de caléndula también sería eficaz para reducir la inflamación y las erupciones, si se irrita la piel después de depilarse. Basta con aplicar una capa delgada una o dos veces por día.
Crema de hidrocortisona
Se trata de un esteroide tópico que contribuye a reducir la irritación y la inflamación. La venden sin receta médica, siempre y cuando sea de baja concentración. Debe emplearse como lo indique la etiqueta o bajo consejo médico. Lo habitual es que deba colocarse una o dos veces al día. Si provoca efectos secundarios, suspender su uso.
Consejos para evitar que suceda
La mejor manera de actuar frente a las irritaciones de la piel producidas por la depilación es previniéndolas. Basta con observar algunas medidas sencillas de precaución para no tener esas molestias. Lo más aconsejable es tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
Exfoliar la piel con frecuencia. Esto remueve las células muertas y protege al momento de la depilación.
Aplicar un lubricante antes de rasurar.
Aplicar talco en las zonas húmedas. Si la depilación se hace en axilas, ingles, bigote o pecho, lo aconsejable es aplicar talco para reducir la humedad y facilitar el paso de la rasuradora.
Emplear la técnica correcta. Es decir, afeitar en la misma dirección en la que crece el pelo, sin forzar, ni halar con vigor, y haciendo pasadas cortas y suaves.
Aplicar una compresa de agua tibia antes de afeitarse. Esto dilata los poros y hace más fácil el procedimiento.
Mantener la navaja o la maquinilla en buen estado. Esto significa: limpias y con buen filo.
Lavar la piel con agua fría, después de afeitarse. Sirve para cerrar los poros y limpiar la zona.
Aplicar crema humectante. Lo ideal es humectar la zona con una crema libre de alcohol, después de rasurarse.
Evitar las prendas ajustadas. Tras la depilación de ingle o axilas, se debe evitar la ropa apretada, ya que puede contribuir a irritar.
Cambiar de método, si la irritación es recurrente.
Consulta con el médico si la piel se irrita con frecuencia
Si la piel está irritada o presenta alguna anomalía, lo mejor es evitar afeitarse o depilarse hasta que la zona no este completamente sana. De lo contrario, puede aumentar el problema, así como el riesgo de infección.
Cuando la piel adopta una apariencia extraña, o la irritación persiste por mucho tiempo, lo indicado es consultar con el médico. También vale la pena replantear las creencias en torno al vello en el cuerpo: ni es sucio, ni está ahí por capricho de la naturaleza. Las modas no deberían poner en riesgo la salud.