Ascienden a 42 las víctimas fatales tras hundirse un barco con migrantes que navegaban frente a la costa de Djibouti, en África. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó este martes luego de que se hallaran 8 cadáveres, que entre los fallecidos, se encontraban 16 menores de edad.
El naufragio ocurrió la mañana del lunes después de que la embarcación en la que unos “60 migrantes escapaban del conflicto en Yemen” se hundió de camino a Yibuti, detalló la OIM en un comunicado en el que recordó que cada año “decenas de miles de jóvenes africanos migrantes emprenden la peligrosa travesía desde Somalia o Etiopía a través de Yibuti y Yemen en busca de trabajo en (los países) del Golfo”.
”Desafortunadamente el número de muertos ha aumentado a 42, entre ellos hay confirmados al menos 15 hombres, 8 mujeres y 16 menores”, informó Ivonne Ndege, portavoz regional de la OIM, quien reveló que todavía quedan por identificar tres de los cuerpos.”Catorce personas sobrevivieron y once de ellas han sido trasladadas a la capital de Yibuti mientras que tres están siendo atendidos en nuestro Centro de Respuesta a Migrantes en Obock”, añadió Ndege.
El director regional de la OIM para el Este y el Cuerno de África, Mohammed Abdiker, lamentó ayer lo sucedido y recordó que se trata de la “segunda tragedia de este tipo en poco más de un mes”, después de que el pasado 3 de marzo una veintena de personas murieran ahogadas cuando traficantes arrojaron a aguas de Yibuti “a al menos 80 migrantes”.
Los traficantes responsables de este nuevo incidente se encuentran en paradero desconocido, aseguró Ndege. “Detener y enjuiciar a los traficantes de personas y contrabandistas que explotan las vulnerabilidades de los migrantes debe convertirse en una prioridad”, subrayó el director regional en su cuenta de Twitter.
El pasado 17 de octubre, al menos otros doce migrantes etíopes, de un grupo de 50, murieron frente a Obock tras ser arrojados por traficantes cuando intentaban volver de Yemen, y en un suceso similar doce días antes, fallecieron otros ocho y varios resultaron heridos, según cifras de la OIM.
Yibuti, limítrofe con Somalia y Etiopía, separada de Yemen por el estrecho de Bab el Mandeb, se convirtió en los últimos años en un país de tránsito para los migrantes que buscan trabajo en la península arábiga. Con el cierre de fronteras entre Yemen y Arabia Saudita debido a la pandemia de covid-19, miles de migrantes han estado esperando en Yibuti el momento de comenzar la travesía.
El número de migrantes que usó la ruta marítima entre el Cuerno de África y Yemen en 2019 superó por segundo año consecutivo el flujo de la ruta del Mediterráneo, con 138.000 personas, en su mayoría etíopes, que cruzaron el golfo de Adén, de acuerdo con la OIM.