Infobae.- No hay segunda vuelta para Bill y Melinda Gates. El 4 de mayo, el matrimonio más poderoso del mundo reveló que se están divorciando después de 27 años. “Ya no creemos que podamos crecer juntos como pareja en esta próxima fase de nuestras vidas”, dijo el cofundador de Microsoft, de 65 años, en un comunicado publicado en Twitter.
Los documentos judiciales obtenidos por la revista estadounidense People arrojan que Melinda fue quien solicitó el divorcio y declaró en la petición que su matrimonio estaba “irremediablemente roto”. El día del anuncio de su divorcio, el multimillonario tecnológico le transfirió más de 3.000 millones de dólares en acciones a su ahora ex esposa.
De acuerdo a Forbes, Gates es la cuarta persona más rica del mundo (la revista hace una estimación más baja, de USD 130.000 millones), sólo superado por Jeff Bezos (Amazon), Bernard Arnault y familia (LVMH) y Elon Musk (Tesla). Melinda y Bill Gates están a cargo de una de las organizaciones filantrópicas más importantes del planeta. Con su fundación ha donado más de USD 50.000 millones para apoyar la atención médica, la educación, la igualdad de género y los esfuerzos para combatir el cambio climático.
Si bien no está claro si firmaron un acuerdo prenupcial antes de casarse en 1994, los documentos judiciales muestran que Bill y Melinda, de 56 años, tienen un acuerdo de separación en vigor, que, según la prensa estadounidense, describe cómo se dividirá su enorme fortuna de 124.000 millones de dólares. Además de acciones, fideicomisos y autos deportivos, los filántropos tienen una impresionante cartera de bienes raíces por valor de casi USD 170 millones, así como una extensa colección de arte, valorada en USD 130 millones, que incluye piezas invaluables, como “El Códice Leicester”, una compilación de textos y dibujos realizados por Leonardo Da Vinci y recopilados entre 1508 y 1510.
“El cuaderno es uno de los 32 diarios de Leonardo da Vinci que aún sobreviven”, contó Gates el año pasado en su blog. “Y el único que no está en un museo europeo”.
Gates fue nombrado en 1985 uno de los 50 solteros más codiciados del mundo. Sin embargo, pocos meses después de la publicación de esa lista, el fundador de Microsoft conocía a Melinda Ann French con la que se casó el día de Año Nuevo en Hawaii en 1994, momento en el que ella tomó el apellido de su famoso esposo. Su separación afectará directamente a su multimillonario patrimonio, pero no a la joya de inmobiliaria del hombre de negocios.
Justo en ese mismo año en el que el magnate pronunciaba el “sí, quiero” concluía la gran reforma de su mansión principal en Medina, Washington. Gates compró en 1988 un terreno en el que quiso levantar su gigantesco hogar, una megamansión tecnológica en la que invirtió USD 63 millones y que actualmente está valorada entre 130 y 150 millones de dólares.
Es tan impresionante que hasta tiene nombre propio, Xanadú 2.0, e incluso tiene una página en Wikipedia. Se trata de una vivienda creada al gusto completo del empresario de principio a fin. Posee 6.200 metros cuadrados y para su construcción se utilizaron medio millón de tablas de madera de 500 años. Un total de 300 obreros trabajaron en la construcción, 100 de los cuales fueron electricistas, para que la mansión fuera, además, un centro tecnológico.
A tal nivel es el uso de la tecnología en la vivienda que cada huésped puede cambiar el arte de sus paredes con un dispositivo que se le entrega al ingresar a la casa. Con él también puede calibrar la temperatura de los ambientes en que se encuentren.
La mansión está ultraprotegida por todo su perímetro gracias a la alta vegetación y por supuesto, a la avanzada tecnología desplegada por todo el hogar, que no solo facilita la vida de sus huéspedes, sino que además ejerce su poder omnipresente para convertir la casa en un búnker inquebrantable. A la pareja le tomó siete años dejarla tal como la soñaron.
El magnate, su mujer y sus tres hijos -Jennifer Katharine (25), Rory John (21) y Phoebe Adele (18)- han vivido cómodamente en un auténtico resort de lujo desde hace 27 años.
La propiedad cuenta con 7 dormitorios, 24 baños, sala de cine para 20 personas, salón que puede acoger a 200 comensales, una biblioteca (que alberga el manuscrito de Leonardo DaVinci) con un techo en forma de cúpula, una piscina con sistema de música subacuático, un gimnasio, un comedor de más de 90 metros cuadrados y garaje para 23 coches.
La característica más relevante de la vivienda es que la entrada a la casa es a través de un túnel subterráneo, pues la mansión está enterrada en la tierra para regular la temperatura de manera sostenible. Gates estaba obsesionado con que fuera un lugar ecoeficiente.
Nadie sabe si la pareja ya hizo la división de sus bienes y en qué términos se terminará uno de los matrimonios más exitosos. Y una duda sobrevuela: ¿quién se quedará con Xanadu 2.0?.
En abril de 2020, en plena pandemia, Bill y Melinda Gates continuaron gestionando sus distintos proyectos y sumando nuevas incorporaciones a su ya astronómico patrimonio inmobiliario. Entonces, decidieron comprar la mansión más cara de San Diego, California, por poco más de USD 43 millones. Es una espectacular casa de veraneo en la exclusiva urbanización Del Mar, obra del arquitecto Ken Ronchetti y terminó de construirse en 1999.