Infobae.- Cada 24 de mayo se celebra el Día Nacional de la Epilepsia para informar sobre esta enfermedad y concientizar a la población. Entre los tratamientos posibles, los fármacos son la base fundamental contra esta enfermedad. Aproximadamente, un 70% de los pacientes con epilepsia logra controlar sus crisis con un solo fármaco antiepiléptico, mientras que un 30% necesitará dos o más de ellos.
El doctor Juan Cruz Di Carlo, del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral, explicó que “actualmente contamos con una importante cantidad de antiepilépticos que nos permiten elegir el adecuado para cada paciente, tanto en monoterapia como, en caso de ser necesario, la combinación de ellos”. Y agregó: “En los últimos 20 años se han desarrollado nuevos fármacos antiepilépticos que presentan menores efectos adversos y menos interacciones farmacológicas”.
En cuanto al correcto tratamiento según las necesidades del paciente, el doctor Di Carlo especificó que “la correcta elección del antiepiléptico dependerá de varios factores, como el tipo de epilepsia, el sexo y la edad, los antecedentes patológicos del paciente, la medicación que se encuentre tomando al momento del diagnóstico, entre otros”.
Adecuación al paciente
Existen tres grupos especiales de pacientes que deben tener mayor atención en cuanto a su tratamiento frente a la epilepsia. Se trata de la mujer en edad fértil, la embarazada y el adulto mayor.
“El seguimiento de la mujer con epilepsia en edad fértil requiere considerar el control de las crisis, los efectos secundarios de los fármacos antiepilépticos y el efecto hormonal relacionado al ciclo menstrual; así como también la planificación familiar”, detalló el especialista. Y aseguró que se recomienda un embarazo planificado debido a que ciertos antiepilépticos se deben evitar por riesgo de malformación fetal.
En cuanto a la mujer embarazada, destacó: “Merece especial atención, seguimiento y control, ya que muchas veces se deberá ajustar la dosis del fármaco antiepiléptico a medida que avanza la gestación, cuyo objetivo es el control de las crisis y el cuidado fetal”.
La prevalencia de la epilepsia aumenta por encima de los 60 años y es una de las patologías más frecuentes, junto con la enfermedad cerebrovascular y las demencias. “En esta población habrá que considerar el uso de múltiples fármacos, ya que por encima de los 65 años existe un promedio de utilización de cinco remedios por persona debido a distintas patologías. Ello indica que debemos prestar especial atención a las interacciones de los medicamentos”.
Por eso, es fundamental observar las características de cada paciente. “El éxito de todo tratamiento comienza con un correcto diagnóstico, paralelamente a un adecuado seguimiento y control neurológico es donde observamos los mejores resultados”, advirtió Di Carlo.
Damián Consalvo, médico neurólogo en el Instituto de Neurología y Neurocirugía del Sanatorio de Los Arcos y vicepresidente de la Sociedad Neurológica Argentina, indicó a Infobae que “así como todos deberíamos saber Reanimación Cardiopulmonar (RCP), también todos deberíamos saber qué es la epilepsia y cómo reaccionar ante una crisis, porque esa la única forma de romper el tabú y perder el temor que existe alrededor de esta enfermedad”.
De acuerdo a estudios epidemiológicos realizados en países desarrollados, cinco a diez de cada 1000 personas padecen epilepsia activa, lo que se denomina prevalencia de la enfermedad. La incidencia es lo que hace referencia en epidemiología a la aparición de nuevos casos en un período de tiempo y esto es del 40 al 70 por 100.000 habitantes. Además, se estima que un 10% de la población sufrirá alguna convulsión a lo largo de su vida.
“Las crisis epilépticas son episodios de alteración de la actividad eléctrica del cerebro que se manifiestan clínicamente por alteración en la conciencia o por aparición de sintomatología motora, sensitiva o conductual. Las causas son múltiples y van desde la genética, hasta un ACV o una lesión cerebral por trauma. La mayoría de las convulsiones duran de 30 segundos a 2 minutos y no causan daños duraderos. Sin embargo, si las mismas acontecen por más de 5 minutos o si una persona tiene muchas convulsiones y no se despierta entre éstas, se trata de una urgencia médica”, resumió Consalvo.