Cuba cifró este miércoles en más de 7 millones de dólares al mes las pérdidas económicas que el embargo financiero y comercial de Estados Unidos provoca solo en el ámbito de la informática y las comunicaciones.
Los daños a este sector entre abril y diciembre del año pasado ascendieron a 65,4 millones de dólares, según los cálculos del Ministerio de Comunicaciones, que ofreció una rueda de prensa en La Habana para denunciar la situación.
El monopolio estatal de las comunicaciones cubanas, Etecsa, acumuló el 98 % de estas pérdidas, indicó el viceministro primero de Comunicaciones, Wilfredo González.
González explicó que el 90 % de las pérdidas en el sector por culpa del embargo responde a las limitaciones de suministros de tecnologías y equipamientos producidos bajo licencia o utilizando componentes norteamericanos, “lo que implica que haya que comprar en otros mercados mucho más lejanos”.
Explicó que, debido al “bloqueo”, el Estado cubano no tiene permitido adquirir equipos de informática y telecomunicaciones con más de un 10 % de componentes estadounidenses, por lo que tiene que acudir a mercados más lejanos geográficamente, como China.
En segundo lugar, las sanciones unilaterales estadounidenses reducen los ingresos por exportación de servicios al limitar los contratos de proveedores extranjeros, que tienen “temor a que su empresa sea sancionada”.
Por último, denunció que el embargo dificulta el acceso a plataformas y herramientas informáticas “indispensables para la labor de capacitación y de producción de contenidos y plataformas digitales” y para el desarrollo de productos y servicios, como es el caso de la aplicación de conferencias Zoom que solo funciona en Cuba con VPN.
Según datos actualizados hoy, el 64 % de los 11,6 millones de cubanos acceden a Internet, mientras la telefonía móvil cuenta con 6,6 millones de usuarios y el 76 % de la población tiene cobertura para televisión digital, si bien esta se limita a unos pocos canales estatales junto con la cadena venezolana Telesur y la rusa Russia Today.
El Gobierno cubano está inmerso en una campaña para denunciar el embargo financiero y comercial que EE.UU. le impone desde hace seis décadas y que el expresidente Donald Trump endureció con nuevas sanciones durante su reciente mandato de cuatro años.
La estrategia de comunicación consiste en presentar cálculos realizados por el Gobierno sobre las pérdidas que el “bloqueo” ocasiona en cada uno de los sectores económicos del país.
El último informe anual, presentado en octubre pasado, recoge que la isla perdió entre abril de 2019 y marzo de 2020 la cifra récord de 5.570 millones de dólares a causa de las sanciones de Washington.
Según las autoridades cubanas, a precios corrientes los daños acumulados en las casi seis décadas de embargo estadounidense suman más de 144.000 millones de dólares.
Fuente: EFE