El pasado 14 de junio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) anunciaron que prohibirían temporalmente la importación de perros de más de 100 países, en los que aún existe una presencia significativa de la rabia.
Según las autoridades sanitarias, la medida entrará en vigor a partir del 14 de julio y fue tomada debido al reciente aumento de perros a los que se les negó el ingreso a EE.UU. por provenir de países de “alto riesgo”.
“Como consecuencia de los horarios de vuelo reducidos, los perros a los que se les niega la entrada enfrentan tiempos de espera más largos para ser devueltos a su país de origen, lo que provoca enfermedades e incluso la muerte en algunos casos”, señalan los CDC, y añaden que “esta acción temporal es necesaria para garantizar la salud y seguridad de los perros importados a EE.UU. y para proteger la salud pública contra la reintroducción del virus de la rabia canina en el país”.
De acuerdo con un reporte de AP, alrededor de 1 millón de perros son importados cada año en EE.UU. Los CDC estiman que la prohibición, que estará vigente durante un año, se aplicará al 6% del total de casos.
Por otro lado, tampoco se permitirá la entrada a perros que provengan de otros países si durante los últimos 6 meses estuvieron en alguno de los países de la lista.
Emily Pieracci, especialista en el virus de la rabia de los CDC citada por AP, resaltó “el impacto que un solo caso importado de rabia puede tener en la vida silvestre, los animales domésticos y las personas”, en referencia a la ola de rabia canina que llegó desde México en 1988.
Las autoridades sanitarias, no obstante, están dispuestas a hacer excepciones y será posible pedir aprobaciones previas por escrito.
La rabia es una enfermedad potencialmente mortal que infecta a numerosas especies de mamíferos, incluidos perros y humanos. No tiene cura y la única forma de prevenirla es mediante la vacunación.
Fuente: RT