Roma, 10 ago (EFE).- La propuesta del presidente del Comité Olímpico italiano, Giovanni Malagò, de conceder la nacionalidad a los menores que prometan en el campo del deporte, tras las medallas conquistadas en los Juegos de Tokio 2020 por italianos de origen extranjero, ha abierto el debate en el país y la división entre los socios del Gobierno.
Malagò pidió desde Tokio que se aceleren los procedimientos de naturalización para los deportistas extranjeros que hayan nacido o hayan vivido en Italia durante años y se recuerda el caso de Eseosa Desalu, de padres nigerianos, ganador de una medalla de oro con el equipo italiano masculino en la 4×100 de atletismo y que a pesar de haber nacido y crecido en Italia no pudo obtener la nacionalidad hasta los 18 años.
“Si esperamos hasta los 18 años para obtener la naturalización nos arriesgamos a perder a la persona. Pido anticipar el proceso burocrático, que es infernal. De lo contrario, el riesgo es que o el deportista se retire, o se vaya con su país de origen o que lleguen otros países que estudian la práctica y la tramiten. Corremos el riesgo de perder muchos de estos atletas”, dijo Malagò abriendo el debate.
La ley que introduciría, entre otros casos, el llamado “Ius soli deportivo” se encuentra actualmente bloqueada en el Parlamento con la neta oposición de los partidos de derechas como la Liga, que forma parte de la coalición que apoya al presidente del Gobierno, Mario Draghi.
En una entrevista publicada hoy en el diario “La Stampa”, la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, deseó que pueda haber un acuerdo sobre ello entre las fuerzas políticas, pero también extendido a otros menores nacidos en Italia.
“Cuando vemos a estos jóvenes olímpicos que honraron a nuestro país, uno pensaría que las palabras de Malagò tienen sentido. Estos jóvenes deben sentirse parte integrante de la sociedad”, dijo la titular de Interior.
A las palabras de Lamorgese reaccionó el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que acusó a la ministra de “delirar”.
“En lugar de delirar sobre el ‘ius soli’ (nacionalidad por nacimiento en el país), dado que con la ley actual somos el país europeo que en los últimos años ha otorgado más ciudadanías, la ministro del Interior debería controlar a quien entra ilegalmente en Italia. Hay decenas de miles de desembarcos organizados por traficantes, sin que el ministerio mueva un dedo”, atacó Salvini.
Mientras que el subsecretario de Interior y miembro de la Liga, Nicola Molteni, afirmó: “El ‘ius soli’ no pasará nunca. La Liga se compromete a que no ocurra”
Mientras que el Partido Demócrata (Pd) aprovechó el debate para relanzar su propuesta de introducir la naturalización por nacimiento: “Las Olimpiadas no han hecho más que confirmar lo que venimos repitiendo desde hace tiempo: el ‘Ius soli’ ya es de hecho, está en sociedad, en las escuelas, está entre nuestros niños. Ahora la política y las instituciones tienen el deber de adaptarse a estas transformaciones”.