Por Javier Herrera.- Uno de los temas principales para los gobiernos que han cursado en la República Dominicana en los últimos 24 años es el mantener el correcto desempeño de la Policía Nacional. Sin embargo, como en América Latina y el Caribe, los dominicanos mantienen una percepción negativa sobre la institución encargada de velar por el orden en el país pese a los esfuerzos para que se revierta.
Así lo presenta el más reciente diagnóstico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un extenso documento en el resalta la imagen corrupta y violatoria de los derechos humanos que tiene la Policía dominicana, basado en lo manifestado por diferentes sectores de la sociedad, medios de comunicación e incluso los mismos miembros de la uniformada.
De las razones principales que presenta el informe sobre esa mala percepción, los bajos salarios encabeza la lista.
“Ambiente de trabajo precario, falta de supervisión y de capacitación continua en materias policiales, derechos humanos, ética y valores democráticos”, precisa la ONU en su documento de 68 páginas, el cual establece que la reforma policial va más allá de una reestructuración institucional.
“De poco sirve apartar a policías del servicio si el sistema no está preparado para modificar el contexto que permitió que esa práctica ilícita ocurriera en primera instancia”, considera el organismo internacional en el estudio, encabezado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Pero, a juzgar por los datos ofrecidos por la ONU, da la impresión que es un mal que afecta a toda la región. El 47% de los latinoamericanos considera que la policía es corrupta y 53% afirman que el gobierno no hace suficiente en la lucha contra la corrupción.
Además, revela el documento, otro factor que contribuye a la mala percepción y el estado de la Policía en países de América Latina y el Caribe es la “insuficiente gestión de los recursos humanos”.
“En muchos cuerpos policiales de América Latina y el Caribe, un ciudadano con menos de seis años de escolaridad puede convertirse en agente de seguridad pública. Este déficit de entrenamiento se ve agravado por una insuficiente gestión de los recursos humanos y condiciones laborales que no reflejan la complejidad de la función policial”, precisó la ONU.