El pasado primero de noviembre, grupos evangélicos en Haití realizaron una manifestación pacífica contra la pobreza, inseguridad y secuestro perpetrado por pandillas, que han venido a recrudecer la crisis socio-política y económica que vive la vecina nación.
La manifestación se desarrolló en Cabo Haitiano, en francés, Cap-Haïtien, una comuna de Haití, que está situada en el distrito de Cabo Haitiano.
Desde el sangriento asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, grupos armados compuestos por peligrosas bandas, no le han permitido a este país, acariciar la esperanza de recuperarse y vivir en la tan anhelada estabilidad nacional.
El desabastecimiento es otro factor por el que atraviesa la población, que no tiene fácil el acceso al combustible y a los alimentos básicos para sobrevivir a la situación.
Haití, ha tenido más de 20 gobiernos en los últimos 35 años, por lo que estas protestas reflejan su esperanza en que la clase política haitiana los escuche en algún momento.