El multimillonario japonés Yusaku Maezawa voló hoy a bordo de la nave rusa Soyuz MS-20 a la Estación Espacial Internacional (EEI) junto a su asistente Yozo Hirano, con lo que se convierte en el primer turista espacial en la plataforma orbital en más de una década.
La Soyuz partió del cosmódromo ruso de Baikonur, en la estepa kazaja, a las 07.38 GMT con los dos tripulantes japoneses y el comandante de la nave espacial, el cosmonauta Alexandr Misurkin, en su interior.
DOS TURISTAS ESPACIALES
Se trata de la primera vez que dos visitantes espaciales viajan en la misma nave a la EEI y el primer vuelo turístico a la plataforma orbital desde 2009, cuando el canadiense Guy Laliberté, fundador del Circo de Sol, pisó la última vez la estación.
El empresario nipón, también conocido como “MZ” y que es el trigésimo hombre más rico de su país, según la lista Forbes, permanecerá en la plataforma orbital internacional durante doce días y regresará a la Tierra el próximo día 19.
Maezawa, coleccionista de discos y de arte moderno de 46 años, se hizo con el negocio minorista de moda en línea más grande de Japón, Zozo, en el que vendió en 2019 la participación mayoritaria en una operación multimillonaria.
Su asistente Yozo filmará la aventura de su jefe en la EEI, que ha sido posible gracias a la cooperación de la agencia espacial rusa, Roscosmos, con la compañía estadounidense Space Adventure.
Maezawa, que también encabeza el proyecto “dearMoon” (querida Luna) para viajar al satélite natural de la Tierra en 2023 de la mano de la empresa estadounidense SpaceX, de Elon Musk, pretende compartir sus impresiones sobre la vida en el espacio en su canal de YouTube.
El empresario y su ayudante comenzaron a entrenarse para el vuelo y su vida temporal a unos 400 kilómetros de la superficie de la Tierra en junio pasado.
VIAJE RELÁMPAGO A LA EEI
Los tres tripulantes de la Soyuz se acoplaron al módulo ruso Poisk de la EEI tras dar cuatro vueltas a la órbita y completar seis horas de vuelo.
Dos horas después se abrieron las compuertas y los tres tripulantes fueron recibidos por los actuales inquilinos de la plataforma orbital internacional: los cosmonautas Antón Skaplerov y Piotr Dubrov, los astronautas de la estadounidense NASA Mark Vande Hei, Raja Chari, Tom Marshburn y Kayla Barron y el de la Agencia Espacial Europea (ESA) Matthias Maurer.
“Nos alegramos de verles. Les felicitamos por la llegada a la EEI, nos alegra que todo saliera bien”, les saludó la madre de Misurkin desde el Centro de Control de Vuelos.
Los cosmonautas pudieron conversar durante varios minutos con familiares, incluidos los hijos de Maezawa, antes de que se perdiera la comunicación.
Según dijo el jefe de Space Adventures en Rusia, Serguéi Kostenki, a la agencia oficial rusa TASS, un vuelo al espacio con la Soyuz cuesta unos 50 millones de dólares.
Rusia coopera con la compañía estadounidense, competidora de SpaceX, desde 2001, cuando voló a la EEI el primer turista, el estadounidense Dennis Tito, aventura por la que pagó entonces unos 20 millones de dólares, de acuerdo con el diario ruso RBC.
La EEI abrió sus puertas a siete turistas espaciales: Tito (2001) fue el primero en viajar a la plataforma, seguido por el sudafricano Mark Shuttleworth, apodado el “afronauta” (2002), y el estadounidense Gregory Olsen (2005).
La estadounidense de origen iraní Anousha Ansari fue la primera mujer turista en viajar a la estación (2006), seguida del estadounidense de origen húngaro Charles Simonyi (2007) y de Richard Garriott, hijo del exastronauta estadounidense Owen Garriott (2008).
Simonyi fue el único turista en repetir experiencia en marzo de 2009, mientras Laliberté fue el último neófito en alojarse en la EEI, desde donde dirigió un espectáculo para alertar al mundo sobre el problema de la escasez del agua.
MONOPOLIZAR EL TURISMO ESPACIAL
El año pasado SpaceX inició la era de las misiones comerciales al espacio, poniendo fin al monopolio ruso desde la jubilación de los transbordadores espaciales en 2011 y liberando así algunos asientos en la Soyuz, que ahora pueden aprovechar turistas espaciales.
En octubre pasado Glavkosmos, el operador comercial de la agencia espacial rusa Roscosmos, firmó un contrato con cuatro turistas espaciales que volarán al cosmos en naves Soyuz en 2024.
Ese mismo mes, Rusia sumó otro hito a su historial de éxitos espaciales al enviar un equipo de grabación al espacio para filmar el primer largometraje de ficción a bordo de la EEI, adelantándose así a los proyectos de Hollywood y la NASA.
Tras el lanzamiento de este miércoles, el director general de la agencia espacial rusa, Dmitri Rogozin, señaló que Rusia “no tiene intención de ceder” el nicho de los vuelos turísticos espaciales a Estados Unidos y está dispuesta a “luchar por mantenerlo”.