Las protestas multitudinarias en Haití iniciaron desde enero de este 2021, pidiendo la renuncia de su entonces presidente, Jovenel Moise, detonaron la crisis política-electoral del vecino país, cuya pesadilla agravada continuó el 7 de julio, con el asesinato del mandatario.
Debido a esta situación, inmediatamente emitió la primera alarma preventiva de las autoridades dominicanas, ordenando el cierre de la frontera y las actividades económicas en el mercado binacional.
También convocó con carácter de urgencia al alto mando militar y a los funcionarios civiles miembros del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional a una reunión en el Ministerio de Defensa (MIDE).
Esta reunión dio como resultado garantizar el retorno de los ciudadanos dominicanos que se encontraban en territorio haitiano y se activó el plan Gavión, que ordenó el reforzamiento del patrullaje en los puntos críticos de la frontera.
En septiembre, el presidente Luis Abinader ordenó el reforzamiento de la frontera por la situación de protestas sociales y la crisis política en Haití, en ese mismo mes, avanzó que su Gobierno preparaba un plan integral fronterizo que procuraba acciones preventivas contra la situación en Haití.
La situación inmediatamente emitió la primera alarma preventiva de las autoridades dominicanas, porque poco tiempo después, bandas armadas tomaron el control de las calles de ese país, cuyo estado de inseguridad va en aumento tras conocerse la noticia de que un grupo de 17 misioneros de Estados Unidos y Canadá fue secuestrado en la periferia de Puerto Príncipe, por la organización criminal 400 Mawozo, el 16 de octubre.
VERJA PERIMETRAL
Desde su primera rendición cuentas, el pasado 27 de febrero de este año, los planes del presidente Abinader apuntaban hacia Haití para robustecer la seguridad en esa zona.
Ese día anunció la construcción de una verja perimetral en la frontera con Haití, que se combinará con medios físicos y tecnológicos en los tramos “más conflictivos, además de sensores de movimiento, cámaras de reconocimiento facial, radares y sistemas de rayos infrarrojos”.
La propuesta del primer mandatario de inmediato causó reacciones a favor y en contra entre diferentes sectores de la sociedad y autoridades del vecino país, lo que revivió las eternas fricciones entre ambas naciones.
Por el momento, el proyecto de la verja perimetral está en proceso de licitación y según el mismo presidente Luis Abinader, el referido proceso está en su etapa final. Sin embargo, hay algunas secciones ya levantadas en zonas de Jimaní.
RÍO MASACRE
A finales de abril, parceleros de la zona agrícola el Coco, la Vigía y Sánchez, denunciaron que empresarios y políticos haitianos, construyen un canal para desviar las aguas del río Masacre hacia su territorio por la parte fronteriza de Dajabón.
Para mayo, el presidente Luis Abinader informó que se ejecutarían las leyes y los acuerdos internacionales ante el conflicto por el desvío del río Masacre, para que no se perjudique a ninguna de las dos naciones.
Para dar inicio a la solución del conflicto, República Dominicana y Haití se reunieron a dialogar en ese mismo mes.
Abinader informó que en ese diálogo lo único que se aprobó fue crear una mesa técnica para mejor el entendimiento de los trabajos realizados en la zona fronteriza, en el marco de la subcomisión de Medio Ambiente y Agricultura de esta Comisión Mixta Bilateral, con miras a la conformación de la Mesa Hídrica Binacional.
Sin embargo, aparentemente los acuerdos han quedado en un limbo, mientras que hace a apenas un mes que el destituido canciller de Haití, Claude Joseph, defendió el derecho que tiene su país de construir un canal en el río Masacre dentro de su territorio, y que para ello no hay que pedir permiso a ningún gobierno extranjero, en alusión a República Dominicana.
Por el momento, el nuevo ministro haitiano de relaciones exteriores, Jean Víctor Geneus, no se ha referido al tema. Mientras que el Gobierno dominicano tampoco ha informado cuando retomarán el tema.
CRISIS DE COMBUSTIBLE EN HAITÍ
En el mes de octubre, inició la crisis de combustible en el Haití, cuyo efecto empezó a repercutir directamente en la República Dominicana.
La escasez de este año se asemejó a la que se produjo en ese país durante el gobierno de Joaquín Balaguer, en el año 1990.
Largas filas se registraban en las estaciones de combustibles de Dajabón y los demás pueblos fronterizos, todo esto atribuido al fomento de comercio ilegal hacia Haití.
La situación ameritó que los militares del Ejército de República Dominicana y del Cuerpo Especializad de Seguridad Fronteriza Terrestre, tuvieran que impedir la venta de carburante en galones para evitar el contrabando hacia Haití.
Conforme pasaron los días, como era de esperarse, iniciaron las quejas de los dominicanos que viven en los pueblos fronterizos, que por la demanda de los vecinos haitianos, se les dificultaba abastecerse de carburante.
Sin embargo, el viceministro de Industria y Comercio, Ramón Pérez Fermín, en ese momento afirmó que el abastecimiento de combustible hacia pueblos fronterizos está garantizado, a pesar de las quejas de los dominicanos.
El 13 de noviembre, la capital y otras ciudades de Haití reanudaron el abastecimiento de las estaciones de combustibles, un día después de la tregua decretada por la banda armada G9 que impidió durante semanas su distribución y con ello generó la paralización de prácticamente todas las actividades en ese país.
MEDIDAS DEL CONSEJO NACIONAL DE MIGRACIÓN
En noviembre, el Consejo Nacional de Migración se declaró en sesión permanente debido a la situación actual existente en Haití y anunció que auditarían el Plan Nacional de Regularización para determinar si las personas incluidas, califican.
Dentro de las medidas más contundentes y polémicas aplicadas por el gobierno dominicano para reducir el flujo de migrante haitianos y garantizar la seguridad nacional, que matizaron el cierre del año, se encuentran:
- La suspensión de manera indefinida del programa de visas para estudiantes haitianos en la República Dominicana.
- Determinar con los sectores productivos la mano de obra extranjera y reducir la participación de aquellos trabajares con estatus ilegal migratorio.
- Limitar el acceso a hospitales para inmigrantes ilegales.
PARTURIENTAS HAITIANAS
Esta última medida fue muy criticada y dividió la opinión pública del país, ya que afectó directamente a las parturientas haitianas, tras la orden de las autoridades dominicanas de que las embarazadas haitianas que no tengan documentos, no serían atendidas en los hospitales del país, debido a que la alta demanda de estas extranjeras en las maternidades de RD, le cuesta al Estado dominicano 10 mil millones de pesos al año, dato ofrecido por el Ministerio de Salud Pública, y respaldado por el presidente Luis Abinader, quien dijo posteriormente que ese peso es insostenible para el presupuesto de República Dominicana.
Tras el revuelo causado, las presiones de la comunidad internacional, representantes de los derechos humanos de los haitianos, así como de personalidades políticas de la oposición dominicana y las religiosas, el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera dio la cara y aclaró que, “en ningún momento se ha violado los derechos de una persona en situación de emergencia,” refiriéndose a las nacionales haitianas que demandan atención en las maternidades y otros centros de salud, y precisó además, que se atienden en todo momento con mucho respeto y manteniendo la calidad en los servicios ofrecidos.
Sin embargo, durante las primeras semanas después de haberse aplicado la medida de repatriar a las haitianas en estado de gestación que acudían a las maternidades, la asistencia de parturientas extranjeras se mantuvo con tendencia a la baja.
RD Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Las medidas adoptadas por el gobierno dominicano se endurecieron debido a la espalda que le dio la comunidad internacional al estado de ingobernabilidad de Haití.
Desde que fue asesinado Jovenel Moise, Abinader ha insistido en que el sector internacional tenga una mayor implicación en la crisis de eses país, cuya reacción a la fecha, ha sido nula.
A principios de noviembre de este año, Abinader en su cuenta de twitter posteó: “La comunidad internacional, en particular EE.UU., Canadá, Francia y la Unión Europea, deben actuar en Haití y con urgencia”.
Un llamado parecido lo hizo en el mes de octubre, en la Asamblea General de la ONU.
Sin embargo, lo que sí hizo el Sistema de las Naciones Unidas en la República Dominicana fue emitir un comunicado, en el que condenaba que RD, haya tomado la decisión de repatriar a las parturientas haitianas, y le ordenó al país, suspender las deportaciones de las haitianas que acuden a las maternidades del territorio dominicano, a dar a luz.
La posición de la ONU fue calificada como injerencia por parte del Gobierno y legisladores de diferentes partidos políticos del país.
El 26 de noviembre, durante la XXVIII Cumbre de cancilleres iberoamericanos, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, informó que fue aprobada por unanimidad, la solicitud a la comunidad internacional de brindar mayor atención a la crisis que atraviesa Haití.
El payo lo recibiría el país de los cancilleres iberoamericanos, tras la celebración de esta cumbre.
Por el momento, el año cerró con una promesa de Estados Unidos y sus socios.
El 17 de diciembre, quedaron en que brindarían más apoyo a la Policía de Haití y seguir respaldando un diálogo entre los distintos sectores, como una forma de superar la aguda crisis política, económica y de seguridad que afronta ese país.
El secretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Brian A. Nichols, explicó que los resultados de una reunión virtual sobre Haití celebrada ese día, por invitación de Washington, que fue atendida por 14 de sus socios y varias organizaciones internacionales.
“Estamos de acuerdo en que la Policía Nacional de Haití necesita apoyo adicional de la comunidad internacional”, aseguró el funcionario, quien subrayó el “amplio consenso” que existe “en que la situación en Haití es un reto policial”, no militar.
PRESIDENTES RD COSTA RICA Y PANAMÁ TRATAN SITUACIÓN DE HAITÍ
Al cierre de este año, uno de los más recientes esfuerzos realizados por el presidente Luis Abinader para tratar el tema de Haití, fue reunirse con los presidentes de Costa Rica y Panamá en territorio dominicano, durante la segunda cumbre de presidentes de la Alianza para el Desarrollo en Democracia, en la continuación del diálogo sobre los problemas de la región, y en esta ocasión, especialmente los temas que implican la crisis de Haití.
La Cumbre que sólo incluye a estos tres países, se llevó a cabo los días 10 y 11 de diciembre, teniendo como anfitrión al presidente dominicano Luis Abinader.