Lima, 30 ene (EFE).- El derrame de petróleo ocurrido el pasado 15 de enero en una refinería operada por Repsol en Perú ya contaminó al menos 24 playas de la costa central del país, según el último reporte de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa), adscrita al Ministerio de Salud.
A través de un comunicado divulgado en las redes sociales, la entidad detalló que hasta la fecha son 24 las playas afectadas con hidrocarburos, las cuales se extienden desde la Refinería La Pampilla, ubicada en el distrito de Ventanilla, en la provincia del Callao, hasta la playa Peralvillo, en el municipio de Chancay.
“El desastre ambiental ha continuado extendiéndose desde las playas del distrito de Ventanilla hacia las costas del distrito de Chancay, obteniéndose reportes de contaminación del agua y arena en 24 playas”, señaló la Digesa, que en su último comunicado había cifrado en 21 el número de playas contaminadas.
Esta catástrofe medioambiental, que ha sido calificada por el Gobierno peruano como “el peor desastre ecológico” ocurrido en Lima en los últimos años, ya ha afectado a unos 100 kilómetros de costa, mientras que la mancha de crudo abarca un área de aproximadamente 11,9 kilómetros cuadrados entre mar y costa, según reportó el viernes el Ministerio del Ambiente.
Ante este escenario, la Digesa instó a las autoridades regionales a restringir el uso de las playas contaminadas hasta que se realicen las labores de limpieza y recomendó a la población no acudir a las zonas impactadas por el derrame “por representar un grave riesgo para la salud”.
“DRÁSTICA SANCIÓN”
Según Repsol, la cantidad de crudo derramado habría alcanzado los 10.396 barriles de petróleo (1,65 millones de litros), una cifra notablemente superior a los 6.000 barriles que en días anteriores había señalado la empresa y levemente menor a los 11.900 barriles (1,9 millones de litros) estimados por el Ministerio del Ambiente.
En un primer momento, la compañía transnacional reportó la pérdida de solo 0,16 barriles (unos 25 litros).
Ante este baile de cifras, el Ministerio de Relaciones Exteriores acusó la noche del sábado a Repsol de haber “mostrado una actitud probablemente dolosa” y aseguró que el Gobierno “anunciará una drástica sanción” contra la empresa.
“(La) información sobre la verdadera cantidad de barriles de petróleo derramados en Ventanilla ratifica el ecocidio y revela la falta de transparencia de Repsol”, escribió la Cancillería en redes sociales.
Mientras las autoridades competentes buscan determinar las causas y los responsables del desastre, el director ejecutivo de Repsol en Perú, Jaime Martínez-Cuesta, ha quedado impedido de abandonar el país por 18 meses junto a otros tres gerentes y responsables de la empresa.
Además, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha señalado que Repsol ha incumplido los plazos de la primera serie de medidas dictadas para limpiar el desastre ambiental y advirtió que la empresa se expone a multas millonarias que podrían alcanzar los 226 millones de soles (unos 59 millones de dólares).
REPSOL TRAE 200 TONELADAS DE EQUIPOS
Por su parte, Repsol informó que hasta la fecha ya se ha recuperado el 35 % del petróleo derramado mediante las labores de limpieza del mar y de las playas, en las que están trabajando más de 2.000 personas, decenas de embarcaciones en alta mar y más de 140 unidades de maquinaria pesada.
Para potenciar aún más estas acciones de limpieza, la empresa informó este domingo que está transportando por vía aérea al Perú más de 200 toneladas adicionales de equipos, que provienen de Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Colombia y Dubai y suponen una inversión de más de 106 millones de soles (unos 27,7 millones de dólares) para la empresa.
“Se trata de equipos de uso especializado para la contención y limpieza de áreas naturales, entre los que se encuentran 30 skimmers (equipos de limpieza marina), 3.770 metros de barreras de contención adicionales, 84.500 metros de materia absorbente y 30 tanques de almacenamiento, entre otros equipos de última generación”, señaló la compañía en un comunicado.