Científicos de la Universidad McGill (Montreal, Canadá) recogen en un reciente estudio el diseño de un sistema de “propulsión láser-térmica” que permitiría a los humanos llegar a Marte en apenas 45 días.
La NASA, que planea enviar una misión tripulada al planeta rojo a mediados de la década de 2030, prevé que un viaje de estas características duraría unos 500 días.
Sin embargo, los ingenieros de McGill creen que es posible reducir la travesía a poco más de seis semanas gracias a la propulsión de energía dirigida, que utiliza grandes láseres disparados desde la Tierra para entregar energía a una cámara de calentamiento de hidrógeno en la nave espacial y, de esta forma, impulsarla.
La idea de la propulsión de energía dirigida ya había sido propuesta anteriormente por otros científicos en un proyecto que plantea el uso de láseres para enviar pequeñas sondas de velas ligeras a la estrella enana roja Próxima Centauri.
El sistema utiliza rayos láser para impulsar una nave espacial al espacio profundo a velocidades relativistas, una fracción de la velocidad de la luz. Cuanto más potente sea el láser, más rápido se puede acelerar la nave espacial.
“Estábamos interesados en cómo la misma tecnología láser podría usarse para un tránsito rápido en el sistema solar”, asegura Emmanuel Duplay, autor principal del reciente estudio.
La nave espacial conceptual creada por el equipo requeriría un conjunto de láseres de 100 megavatios y 10 metros de diámetro.
“Nuestro enfoque utilizaría un flujo láser mucho más intenso en la nave espacial para calentar directamente el propulsor, de forma similar a una caldera de vapor gigante”, subraya Duplay.
El ingeniero también puntualiza que sería necesario “el desarrollo de materiales de alta temperatura que permitan a la nave espacial romper contra la atmósfera marciana al llegar”.
Tecnología en pañales
El problema es que estas tecnologías aún se encuentran en sus etapas iniciales y solo han sido desarrolladas a nivel teórico, por lo que podrían no estar listas para la próxima década.
“La cámara de calentamiento por láser es, probablemente, el desafío más importante”, concluye Duplay.