La esposa del presidente Zelenski, al que conoce desde que ambos iban juntos a la escuela, ha preferido no huir del país pese a la invasión del ejército ruso
Mientras la guerra sigue haciendo estragos en Ucrania y tanto soldados como civiles se defienden como pueden de los cada vez más intensos ataques del ejército ruso, el presidente Volodímir Zelenski ha demostrado su valentía a los ojos del mundo al permanecer en su país a pesar de ser un “objetivo principal de la agresión rusa”, según un portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
“El enemigo me marcó como objetivo número uno y a mi familia como objetivo número 2”, aseguraba Zelenski antes supuestamente de rechazar una oportunidad del Gobierno de Joe Biden para ser evacuado de Kiev. Mientras el mandatario se mantiene firme, también lo hace su esposa, Olena Volodymyrivna Zelenska, que al parecer también sigue en Ucrania, aunque por razones de seguridad se desconoce su localización y la de sus dos hijos.
“No tendré pánico ni lágrimas. Estaré tranquila y confiada. Mis hijos me están mirando. Estaré junto a ellos, junto a mi marido y junto a vosotros”, afirmaba la primera dama de Ucrania en uno de sus últimos posts de Instagram. Mientras, su pueblo se debate entre los refugiados que tratan de huir del país -a los que están alimentando el chef José Andrés y su ONG- y los que se han quedado para combatir a las fuerzas invasoras de Putin.
Poco conocida fuera de su país, al menos hasta ahora, la esposa de Zelenski se ha convertido en uno de los símbolos de resistencia de sus partidarios ante una invasión condenada internacionalmente. “Querido pueblo ucraniano, os veo a todos hoy, en la televisión, en la calle, en internet. Veo vuestros mensajes y vídeos. ¡Sois increíbles!”, escribía también en sus redes sociales en un texto que acompañaba a la bandera azul y amarilla de Ucrania ondeando al viento.
Zelenska enviaba este mensaje de ánimo a sus casi dos millones de seguidores en Instagram en la primera vez que se refería abiertamente a la invasión rusa en sus redes sociales. Hasta ahora, las publicaciones de la primera dama iban orientadas a destacar su compromiso con la igualdad de género, la accesibilidad a la cultura para todos o la lucha contra la comida basura, como también ha hecho Michelle Obama.
Nacida en 1978 en la ciudad de Kryvyi Rih, en el centro del país, la joven comenzó a estudiar arquitectura, profesión que nunca ejercería. En cambio, Olena Kiyashko –su nombre de soltera– comenzó a trabajar como guionista para la productora Kvartal 95 Studio, creada junto a su marido y que se ha convertido en una de las más famosas y exitosas del país.
Tras conocerse en la escuela, la pareja contrajo matrimonio en 2003, después de ocho años de noviazgo, y juntos participan en la creación de los conciertos humorísticos ‘Liga Smichu’, donde se realizan concursos de monólogos de comedia, bromas y sátira social. Estos espectáculos, retransmitidos por televisión, son muy populares entre los ucranianos. Según sus creadores, pretenden con ellos “cargar al espectador de emociones positivas durante todo el día”. Un concepto que Olena Zelenska transforma en clave femenina con ‘Mujeres de Kvartal’, donde da voz a mujeres humoristas de su país.
Con la elección de su esposo como presidente en mayo de 2019, Olena Zelenska dejó la profesión de guionista y productora para asumir su papel de figura pública como primera dama. Aunque no estaba “demasiado contenta” cuando se enteró de las ambiciones políticas de su marido, según declaró a ‘Vogue Ucrania’.
Pese a todo, se ha entregado de lleno a su función. “Tan pronto como me convertí en la primera dama de Ucrania, me di cuenta del papel que podía desempeñar apoyando causas humanitarias y sociales que ya me habían inspirado a lo largo de mi carrera”, dijo a la revista norteamericana ‘The Diplomatic Courier’ el pasado mes de septiembre, mientras acompañaba a Zelenski en un viaje oficial a Washington.
“Llevo toda mi vida viviendo en este país y entiendo cuántos problemas tenemos”, dijo también. “Pero si me aferro a todo, no funcionará, así que nuestro equipo decidió centrarse en tareas específicas: la salud de los niños, la igualdad de oportunidades para todos los ucranianos y la diplomacia cultural”.
Cuando acompaña a su marido en sus viajes al extranjero, también elige sus outfits con especial cuidado, seleccionando prendas hechas por sus compatriotas. “Me alegra que me pregunten en Nueva York o en París quién es el diseñador de mi traje, y de verdad que me lo preguntan”, asegura. “No sería tan emocionante nombrar una gran marca occidental, que ya conocen allí, pero qué bonito es promocionar a los diseñadores ucranianos por el mundo”.
Mientras las cifras de muertos y heridos siguen aumentando conforme avanza el conflicto, Zelenska sigue centrada en la capacidad de resistencia de sus conciudadanos.
“Esta niña nació en el refugio antibombas de Kiev”, escribió en la que hasta ahora es su última publicación en su Instagram junto a la foto de un bebé. “Esto iba a ocurrir en condiciones completamente diferentes, bajo cielos pacíficos. Pero lo más importante es que, a pesar de la guerra, había médicos y personas solidarias en nuestras calles junto a ella. Estará protegida”.