Infobae.- La Justicia de Chile condenó este sábado a 15 años de prisión al exsacerdote Óscar Muñoz por la comisión de los delitos “reiterados” de abusos sexuales y violación de menores entre 2002 y 2018.
El “7° Tribunal Oral de lo Penal de Santiago condena a 15 años y 1 día de presidio efectivo al sacerdote y ex canciller del Arzobispado Oscar Muñoz Toledo, como autor de los delitos reiterados de violación y abuso sexual de menores de edad”, señaló el Poder Judicial a través de sus redes sociales.
Muñoz es un reconocido ex sacerdote de 60 años que ocupó cargos de responsabilidad en el Arzobispado de Santiago hasta 2018 y fue mano derecha del cardenal de la capital Ricardo Ezzati, acusado de encubrimiento de numerosos casos de abusos sexuales a menores en el seno de Iglesia católica chilena.
El condenado llevaba desde 2018 en prisión preventiva a la espera de una sentencia firme. La Fiscalía, que pedía para él 30 años de condena, había expresado: “Son víctimas todas menores de edad, con inexperiencia sexual, que fueron atacadas sexualmente en el domicilio del imputado, en el domicilio propio de las víctimas cuando estaban bajo el cuidado de éste, por la confianza que generó con las víctimas y con los padres de las víctimas”.
Al menos cinco menores habrían sido abusados por Muñoz, mientras que otros dos se encuentran en evaluación. Los delitos se habrían registrado en las ciudades de Santiago y Rancagua.
El papa Francisco expulsó del sacerdocio a Muñoz en 2019 por las acusaciones que pesaban en su contra de abusos sexuales, violación y estupro. EAntes de eso, aceptó la renuncia de cinco obispos, cuatro de ellos señalados como encubridores de abusos sexuales de sacerdotes. Sin embargo, el pontífice ha sido duramente criticado por su reacción tardía en estos casos, y su rol durante su última visita a Chile.
La Iglesia católica chilena ha estado envuelta en denuncias de abusos desde que en 2010 el influyente sacerdote Fernando Karadima fue denunciado y un año después condenado por el Vaticano como culpable de abusos sexuales contra menores.
Desde entonces, unos 113 sacerdotes han sido denunciados por abusos sexuales en los últimos 15 años, según datos de la Iglesia chilena difundidos por el diario local La Tercera.
En 2011, cuando era vicecanciller del Arzobispado, Muñoz se encargó de tomar declaraciones de los denunciantes del caso de Karadima, suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2013 por pederastia.
Tras ser nombrado canciller del arzobispado de Santiago, Muñoz tuvo acceso a las carpetas de denuncias sexuales y conocía el manejo de las investigaciones canónicas al interior de la Iglesia católica, lo que, según la fiscalía, le habría permitido “bajarle el perfil” a los casos de pedofilia que involucraban a religiosos.
“En consecuencia, existe un factor importante de impunidad que se procuraba el mismo sujeto para sí y es probable que para otros casos”, sostuvo en 2018 el fiscal Emiliano Arias.
El fiscal Arias informó que también investiga la posible actuación de otros religiosos “como autores, cómplices o encubridores tanto en este caso como en otros casos” ocurridos en Rancagua.