El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó este viernes un decreto que permite avanzar en un nuevo marco para la transferencia de datos personales de la Unión Europea (UE) hacia Estados Unidos, muy importante para la economía digital.
Washington y Bruselas llegaron a un acuerdo de principios en marzo sobre una nueva versión después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) impugnara las anteriores debido a temores sobre los programas de vigilancia estadounidenses.
La firma del decreto permitirá a la Comisión Europea iniciar su propio proceso de ratificación, que llevará meses.
“Es la culminación de nuestros esfuerzos conjuntos para restaurar la confianza y la estabilidad en los flujos de datos transatlánticos”, declaró la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, a periodistas.
El texto refuerza las medidas destinadas a garantizar la confidencialidad y la protección de las libertades civiles en los programas de vigilancia estadounidenses sobre datos recopilados en Europa y transferidos o almacenados al otro lado del Atlántico.
También crea un mecanismo independiente y vinculante para que las personas puedan pedir compensaciones si creen que sus datos personales han sido recopilados ilegalmente por los servicios de inteligencia estadounidenses.
Este mecanismo prevé dos niveles de apelación: uno con un oficial encargado de la protección de las libertades civiles en la dirección de inteligencia estadounidense y otro ante un tribunal independiente formado por el Departamento de Justicia.
“Estos compromisos responden completamente a la decisión Schrems II del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y cubrirán las transferencias de datos personales hacia Estados Unidos bajo la legislación de la UE”, dijo Raimondo.
En julio de 2020, el Tribunal determinó que el “Escudo de privacidad” (Privacy Shield), utilizado por 5.000 empresas estadounidenses, incluidos gigantes como Google o Amazon, no protegía de posibles “injerencias en los derechos fundamentales de las personas cuyos datos se transfieren”.
El caso comenzó con una denuncia de Max Schrems, una personalidad en la lucha por la protección de datos, contra Facebook. Él mismo ya había denunciado “Safe Harbor”, el predecesor de “Privacy Shield”.
Es posible que la nueva versión acabe en los tribunales, como las anteriores, pero se elaboró para responder a las reservas previas de la justicia europea, reconocieron funcionarios del gobierno estadounidense.
La decisión del TJUE sumió en la inseguridad jurídica a las empresas que operan en la UE y transfieren o almacenan datos al otro lado del Atlántico. Han recurrido a soluciones alternativas para continuar con estas transferencias, a la espera de un sistema más sólido y sostenible, pero su legalidad es dudosa.
AFP