El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha mostrado su “extrema preocupación” por las informaciones sobre la muerte y la detención de niños y adolescentes durante las protestas que estallaron en Irán tras la muerte de Mahsa Amini, que falleció el pasado mes tras haber sido arrestada supuestamente por haber violado el estricto código de vestimenta que rige en el país.
“Además de las víctimas reportadas, muchos niños han sido testigos de la violencia en las calles o a través de las transmisiones de los medios, lo que podría dejar un impacto duradero en su bienestar”, aseguró Unicef en un comunicado que fue recogido este martes por el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, quien dijo no disponer de cifras exactas sobre el número de víctimas menores de edad.
En su nota, Unicef insta a la “protección de todos los niños de todo tipo de violencia y daño, incluso durante conflictos y eventos políticos”.
El organismo de la ONU también pide a las autoridades iraníes que “eviten el uso innecesario o desproporcionado de fuerza”.
Amini murió el 16 de septiembre tras ser detenida por la llamada Policía de la Moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico, uno de los símbolos de la República Islámica.
Los jóvenes del país están protagonizando estas protestas al grito de “Mujer, vida, libertad”, en las que piden más libertades.
Las protestas han ido mutando desde grandes movilizaciones con mujeres quemando velos, a las universidades e incluso a colegios en los que las niñas se quitan los velos y ahora se centran más en pequeñas movilizaciones, esporádicas y dispersas.
La ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, ha registrado ya un total de 92 muertos en estas protestas.
EFE
