Por: Joel Suriel. – En los últimos tres meses del año, el gobierno dominicano ha apretado en las deportaciones de extranjeros ilegales en el país, en su mayoría haitianos, pese a las crecientes presiones que ha recibido la nación caribeña por su política migratoria, principalmente desde los Estados Unidos.
Según datos oficiales, en el último trimestre del año cerca de 68 mil haitianos han sido expulsados del territorio dominicano por su condición de estatus ilegal.
Estas crecientes deportaciones se dan en momentos en que las autoridades dominicanas han asegurado que no aceptarán presiones extranjeras con relación al tema migratorio, ni siquiera de los Estados Unidos.
Precisamente este miércoles, el Gobierno informó que han deportado en los primeros 20 días de diciembre a 13.475 extranjeros indocumentados, la “gran mayoría” de ellos de nacionalidad haitiana.
Los indocumentados fueron apresados en operativos realizados por la Dirección General de Migración (DGM) en el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y otras demarcaciones del país.
El Gobierno dominicano endureció desde el año pasado las medidas para frenar la inmigración ilegal, lo que afecta especialmente a los haitianos, en medio de la severa crisis política y de seguridad en Haití, que comparte con República Dominicana la isla La Española.
El presidente Luis Abinader dijo durante la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que se celebró en Santiago (norte de República Dominicana), que “la comunidad internacional tiene la obligación de acudir en ayuda de Haití para superar los sufrimientos que soporta ese pueblo”.
También este miércoles, el canciller dominicano, Roberto Álvarez, dijo ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York, que este órgano está conminado a “‘concretizar’ cuanto antes” una fuerza multinacional en apoyo de la Policía Nacional de Haití.
El alto cargo afirmó que ese es “el único camino viable en el corto plazo para redimir al pueblo haitiano de la horrenda situación actual y así llevar la merecida tranquilidad a América”.
Presiones extranjeras
El país ha recibido toda clase de presión en el mes que hoy finaliza por la política migratoria que aplica, en especial a los ciudadanos que ingresan a la nación de manera ilegal provenientes de Haití.
Desde comunicados advirtiendo discriminación, reportes de importantes cadenas internacionales sobre la supuesta deportación de niños haitianos sin sus padres, hasta la prohibición de importación de azúcar a una de las empresas más sólidas en el país, son algunas de las presiones que ha recibido la República Dominicana este mes.
El gobierno dominicano, incluido el presidente de la República, Luis Abinader, se ha visto en la necesidad de responder con sendos comunicados que el país respeta los derechos humanos de los inmigrantes ilegales, al tiempo de advertir que las deportaciones se incrementarán.
A principios de mes el alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió las autoridades de República Dominicana detener las deportaciones de haitianos a su país de origen.
Türk recordó que la violencia armada y las violaciones de los derechos humanos en Haití no permiten el retorno seguro, digno y sostenible de los haitianos a su país.
A esto se suma el comunicado enviado por la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana el mes pasado, asegurando que ciudadanos estadounidenses de color han sido discriminados por parte de la Dirección General de Migración.
También, el reporte de la cadena estadounidense CNN, que en un reportaje en el que cita a los Fondos de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Infancia (Unicef), asegura que la República Dominicana ha deportado cientos de niños haitianos sin el acompañamiento de los padres.