El presidente de EE.UU., Joe Biden, restó importancia al hallazgo de documentos clasificados de su época como vicepresidente almacenados de manera irregular en su despacho privado, afirmando que “no hay nada ahí”.
“Cuando encontramos que un puñado de documentos estaban archivados en el lugar equivocado, los entregamos inmediatamente a los Archivos y al Departamento de Justicia”, sostuvo.
“Estamos cooperando plenamente y esperamos que esto se resuelva rápidamente. Creo que van a descubrir que no hay nada ahí”, agregó el mandatario, asegurando que “no se arrepiente” sobre la gestión del material hallado y que está “siguiendo” las directrices de su equipo legal. “Eso es exactamente lo que estamos haciendo”, reiteró.
El jefe de Estado fue cuestionado sobre el material descubierto cuando se encontraba en California para evaluar los daños causados por el fuerte temporal que ha dejado decenas de víctimas mortales y cientos de viviendas destruidas, por lo cual expresó su molestia cuando los periodistas le empezaron a preguntar sobre el tema y no sobre la situación que afecta al estado.
“Miren, francamente lo que me molesta es que aquí estamos hablando de un problema muy serio, estamos hablando de lo que está pasando, y los estadounidenses no entienden por qué no me preguntan sobre eso”, increpó Biden antes de contestar la pregunta relacionada con el escándalo de los documentos.
Los hallazgos
En noviembre del año pasado, una decena de documentos de la vicepresidencia de Biden, entre 2009 y 2017, fueron encontrados en el despacho privado del actual inquilino de la Casa Blanca en el Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Compromiso Global, un ‘think tank’ inaugurado en 2018 que gestiona programas académicos y eventos sobre política exterior.
Desde la Casa Blanca confirmaron el jueves 12 de enero que los abogados de Biden descubrieron unos 10 documentos clasificados adicionales en el garaje de su residencia de Wilmington, en Delaware, aunque ninguno de ellos estaba marcado como ‘ultrasecreto’. Poco después, se anunció que en la misma residencia se hallaron otros cinco documentos.
Sin embargo, el Gobierno de EE.UU. niega la responsabilidad de Biden y asegura que “los documentos se traspapelaron involuntariamente”. Mientras tanto, el Departamento de Justicia investiga si el mandatario manejó registros confidenciales de manera inadecuada, lo que podría constituir un delito.