El nuevo embajador de EE.UU. en la República Checa, Bijan Sabet, anunció este jueves en Praga una ayuda económica de 200 millones de dólares a la República Checa para equipamiento militar.
«Este importe está dirigido a construir las capacidades de nuestros aliados checos para disuadir y defenderse contra amenazas crecientes por parte de Rusia», declaró a la prensa Sabet, que entregó cartas credenciales la víspera.
Esa ayuda también sirve asimismo de «compensación por las capacidades militares que la República Checa ha facilitado o facilitará a Ucrania», continuó el estadounidense.
La República Checa es uno de los países europeos que más armas está enviando a Ucrania para su defensa, incluyendo tanques de producción rusa.
Además, un total de 4.000 soldados ucranianos serán entrenados en la República Checa por su Ejército en 2023, en unidades mecanizadas de infantería y trabajos especializados.
Actualmente los checos negocian la compra de 24 cazas norteamericanos F-35 Lightning II para sustituir los 14 aparatos suecos JAS 39 Gripen que protegen el espacio aéreo del país centroeuropeo y el eslovaco, y se emplean también en misiones de la OTAN.
Washington, a través del fondo Foreign Military Financing (FMF), concedió en septiembre a Eslovaquia un ayuda de 205,8 millones de dólares, en su mayoría para equipamiento militar y una pequeña parte para defensa contra drones y amenazas híbridas.
Eslovaquia firmó en 2018 con el consorcio estadounidense Lockheed Martinla la compra de catorce cazas del tipo F-16 Block 70/72, por un importe de 1.600 millones de euros, y cuyo plazo de entrega los norteamericanos han retrasado, causando malestar en Bratislava.
Eslovaquia tiene una flotilla de cazas MIG-29 de fabricación rusa que no son operativos por falta de mantenimiento, y necesitan ser urgentemente reemplazado, siendo Ucrania un posible destino.
EFE