Los implantes de senos, como cualquier otro procedimiento quirúrgico, pueden tener efectos secundarios o consecuencias perjudiciales en los pacientes, pero en los últimos años se ha hablado sobre uno en particular llamado Síndrome de Asia.
Se trata de un conjunto de alteraciones que aparecen en un grupo determinado de pacientes, los cuales normalmente se producen en quienes han sido expuestos a un material extraño. Asia corresponde a las siglas en inglés de Enfermedad Autoinmune Inducida por Adyuvantes.
Así lo explicó Carlos López Collado, cirujano plástico, en el programa Nuria Investigación Periodística, donde además varias mujeres ofrecieron testimonios, revelando datos sobre este padecimiento, que se mantiene oculto en la sociedad, ya que, ni los médicos tienden a hablar mucho de ello.
El Síndrome de Asia, una enfermedad relativamente nueva, descrita por primera vez en 2011 por los médicos israelíes especialistas en medicina interna e investigadores Yehuda Shoendfled y Nancy Agmon Levine, quienes se dieron cuenta de que varios cuerpos mostraban rechazo, en el caso de las prótesis mamarias a la silicona, como explica el cirujano plástico, doctor Carlos López Collado.
En total, este síndrome tiene alrededor de 150 síntomas, entre ellos, dolor articular, dolor muscular que puede confundirse con fibromialgia, pérdida de capacidad motora, disminución de la agilidad mental, pérdida de memoria, caída del cabello, entre otros.
“Llegué a tener sangrado en los pezones del seno izquierdo, me salían varios quistes y me los llegué a operar en varias ocasiones. Migrañas fuertísimas, micción frecuente. Yo iba al baño cada diez minutos y saliendo de orinar ya me estaba orinando de nuevo. Me dio insomnio, depresión, un agotamiento físico que no podía conmigo”, relata en el programa Karen Báez Noboa.
Mientras que otra mujer afectada por la enfermedad, y autora del libro “Sana sin Senos”, dijo que “el seno literalmente se me había puesto como en carne viva, o sea, tenía completamente dibujado el implante sobre la piel, o sea, rojo, rojo, rojo como una quemadura de tercer grado”.
Un viacrucis similar es el que reveló la periodista puertorriqueña, Bárbara Bermudo, quien se colocó implantes hace unos 17 años y a mediados de este mes, a través de sus redes sociales, expresó el dolor que sentía con la finalidad de ayudar a mujeres que también podrían estar paciendo la poco conocida enfermedad.
Ante la inexistencia de una prueba específica para detectar el síndrome, se recomienda la evaluación de un cirujano plástico, un mastólogo o un especialista en reumatología. El diagnóstico se realiza al descartar otras enfermedades.
“Para mí no es fácil grabar en condiciones tan vulnerables. No expongo mucho sobre mi vida personal, pero en ese momento se me convirtió en una urgencia. Yo decía bueno, esto puede servir de evidencia testimonial para los médicos, para que a lo mejor me usen como materia de investigación, pero además para que le puedan dar respuesta a las personas que están allá afuera buscando una luz”, comentó Angelly Moncayo, actriz y activista, quien es además una de las principales activistas a través de la organización “Asia Recovery Oficial”, creada para informar y apoyar a personas afectadas en su recuperación.
Además de ella y Bárbara Bermudo, otras reconocidas figuras públicas también han optado por decirle adiós a sus implantes.
Algunas lo han hecho ante alguna reacción negativa de su cuerpo; mientras otras decidieron retirarlos para evitar futuros problema.
El doctor López Collado explicó en el Programa Nuria Investigación Periodística que el único tratamiento para el síndrome de Asia consiste en la extracción completa del implante, junto con la eliminación del tejido cicatricial circundante (la cápsula).
El doctor López Collado asegura que es extremadamente bajo el número de casos que se dan y precisa cuales serían los principales grupos de riesgo de desarrollar la enfermedad:
“Mujeres, principalmente porque las mujeres tienen una susceptibilidad a enfermedades autoinmunes y muchas veces y además son las que se están poniendo los implantes en mayor cantidad. Entonces, esa es la población que se vería afectada, pero el rango es de 100 mujeres, estamos hablando que tal vez menos de 1%, mucho menos, infinitamente, va a ser el que va a desarrollar esa afectación”.
Según datos de 2020, el aumento de senos es el procedimiento quirúrgico más demandado en todo el mundo.