La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este jueves el final de la emergencia internacional por el brote de viruela del mono o símica, declarada en julio del pasado año ante una enfermedad que ha afectado al menos a 87.000 personas en 111 países, con 140 fallecidos.
La decisión fue anunciada en rueda de prensa por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, un día después de que se reuniera el comité de emergencia que analizaba trimestralmente la situación del brote, cuyos casos se han reducido un 90 por ciento en los tres últimos meses.
La emergencia internacional por esta enfermedad, denominada mpox por la OMS, se levanta seis días después de que esta agencia de la ONU hiciera lo propio en el caso de la pandemia de covid-19, también en respuesta al descenso de casos y muertes, por lo que ya solo se mantiene este nivel de máxima alerta para la polio.
«Me complace declarar que la mpox ya no es una emergencia internacional, pero como ocurre con la covid-19, eso no significa que haya dejado de ser un desafío para la salud pública», destacó hoy Tedros, quien señaló que «el virus aún afecta a comunidades de todas las regiones, incluida África», donde la enfermedad es endémica.
El experto etíope agregó que la viruela símica sigue entrañando riesgos para ciertos pacientes, como los portadores del virus VIH, mientras que el hecho de que sigan dándose contagios entre personas que llevan a cabo viajes internacionales «muestra que la amenaza continúa».
Tedros llamó por ello a las redes sanitarias nacionales a mantener sus capacidades de rastreo y diagnóstico de posibles casos «con el fin de actuar rápido si fuera necesario», reforzando su integración en los sistemas de salud.
En la misma rueda de prensa, la vicepresidenta del comité de emergencia para la viruela símica, Nicola Low, recordó que los primeros casos del brote se dieron hace ahora un año (en Reino Unido) y que el pico de infecciones se produjo en julio y agosto.
«Desde entonces, la reducción en el número de infecciones ha sido impresionante, resultado de la acción de las redes de salud pública, la cooperación internacional y las comunidades afectadas», afirmó.
Muchos de los afectados fueron hombres que practican sexo con otros hombres, lo que llevó a la OMS a temer que el brote conllevara casos de discriminación y homofobia como en su día ocurrió con el VIH-sida, aunque Tedros reconoció hoy que finalmente estos problemas fueron menores de los esperados.
«Temíamos reacciones violentas hacia las comunidades más afectadas que no se materializaron en líneas generales y estamos agradecidos por ello», declaró.
En las pasadas tres semanas se han declarado en el mundo apenas 200 casos, un descenso del 34 por ciento con respecto a los 21 días anteriores.
En los diez meses del brote, América acabó siendo la región que declaró más contagios, con más de 59.000 casos, seguida de Europa (25.000) y de África (1.500), continente este último donde ya hubo brotes de la enfermedad en las pasadas cuatro décadas.
Por países, los que más casos confirmaron fueron Estados Unidos (30.154), Brasil (10.940), España (7.551), Francia (4.146), Colombia (4.090), México (4.010) y Perú (3.800).
EFE