Siete meses después, la Policía Nacional ha puesto los grilletes a los presuntos responsables de un asesinato en Fuenlabrada vinculado a la rivalidad entre las dos principales bandas callejeras de origen latino. Hay cinco presuntos miembros de los Dominican Don´t Play (DDP) arrestados. Los sospechosos de ser los autores materiales de los disparos que mataron a un joven de 21 años son dos menores de edad. Tienen 16 y 17 años. “Nos ha llamado la atención la planificación y la premeditación de este crimen”, valoran desde la Brigada de Información -que se ocupa de estas bandas- de la Policía Nacional en Madrid.
Ocurrió a las 6:15 horas de la mañana de un lunes, el pasado 3 de octubre de 2022, en las inmediaciones de la discoteca Caña Brava, en Fuenlabrada. En el local se había celebrado un concierto de un artista muy seguido por miembros de los Trinitarios, la banda rival de los DDP. Cuando la mayoría de los asistentes ya se habían marchado, dos encapuchados dispararon y atacaron con un arma blanca a un joven de 21 años. Falleció en el acto. También hirieron a tres personas más durante su huida, dos de ellos por impactos de bala. Todas las víctimas eran dominicanos. Tanto los DDP como los Trinitarios son, precisamente, bandas de origen dominicano.
Hubo también tres heridos
“Los investigadores han constatado, por la planificación, que este crimen ha sido una venganza”, explica una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. “Esa noche, con armas blancas y un arma de fuego, no solo tuvo lugar el asesinato, sino que en su huida estos menores supuestamente llegaron a herir a otras tres personas y, por ello, se les imputa, además del asesinato, otros tres en grado de tentativa”.
El origen de esta venganza se situaría unos días antes, en el mes de septiembre de 2022, en las inmediaciones de una discoteca de Madrid. Allí hubo un altercado entre DDP y Trinitarios. Sucedió también después de una actuación musical con público mayoritariamente trinitario. Pero tuvo lugar en territorio DDP. Hubo una pelea sin heridos y ni siquiera llegó a trascender.
El llamado Coro de Campamento, el grupo de los DDP de ese barrio madrileño, preparó su venganza. La Policía cree que fue el “Suprema”, el líder de ese coro, quien ordenó y planificó el crimen. Tiene 29 años, es uno de los detenidos y eso es algo que también valoran los investigadores. “Nos parece un éxito de la operación poder identificar y detener al autor intelectual, el que dio la orden y los motivos para hacerlo”, añaden fuentes de la investigación. El jefe del Coro de Campamento estuvo en el lugar del crimen aquella noche, participó también en la planificación previa, pero dejó que el asesinato lo realizaran dos menores de edad, con menor responsabilidad penal en caso de ser detenidos. Finalmente él también está entre los arrestados.
Planificaron rutas de escape
La Policía asegura que el crimen fue premeditado. Conocían que se iba a realizar ese concierto en la discoteca de Fuenlabrada. Vigilaron el local, planificaron rutas de escape e, incluso, hicieron algo que los agentes nunca habían visto antes en este tipo de bandas: contrataron a una persona ajena al grupo para que les proporcionara la furgoneta con matrículas falsas con la que llegaron y en la que huyeron. También conducía el vehículo. Es uno de los detenidos, al margen de los cinco DDP. Este nivel de planificación no es habitual en la violencia entre estas bandas callejeras. Normalmente los enfrentamientos suelen producirse de forma casual o se busca a miembros de la banda rival para pelearse con armas blancas. Por eso, en este caso, se les acusa de asesinato, por la agravante de premeditación.
La víctima del asesinato fue Sailen Huralde, un joven de 21 años. Sus familiares siempre negaron que fuera miembro de los Trinitarios. La Policía les da, en parte, la razón. No consideran que fuera miembro de la banda, pero sí una persona cercana y relacionada con pandilleros de ese grupo. Muy volcado en la música, la noche del crimen estuvo muy presente en el escenario durante la actuación. “Se hizo muy visible”, explican fuentes policiales. Y no descartan que hubiera algún miembro de los DDP que le eligiera como objetivo. Los detenidos se han negado a declarar y los agentes no pueden aclarar si alguien señaló a la víctima a quienes iban a ejecutar el crimen o fue asesinado al azar. Antes de actuar, los asesinos esperaron a que se marcharan los policías de uniforme, de la Unidad de Prevención y Reacción, que habían vigilado la zona durante el concierto. Sailen era uno de los que quedaba por allí en ese momento.
Financiados mediante tráfico de drogas
La investigación la ha realizado la Brigada de Información y el Grupo de Homicidios. Agentes de este último grupo realizaron una larga y fatigosa búsqueda de la furgoneta utilizada en el crimen. El arma utilizada en el crimen no se ha encontrado. Pero sí se ha comprobado que durante el crimen, los detenidos habrían usado tarjetas SIM para sus teléfonos adquiridas con identidades falsas. El responsable del establecimiento donde las compraron está investigado por delitos de falsedad documental y pertenencia a organización criminal.
Esta precaución de usar tarjeta SIM de forma fraudulenta sería otra de las pruebas de la planificación del crimen. “Tomaron medidas de seguridad y creyeron que les había salido todo perfecto, por eso no se han ocultado después, han seguido haciendo su vida normal, con sus actividades habituales en la banda como el tráfico de drogas e incluso algún apuñalamiento”, añaden esas mismas fuentes de la investigación.
Fuente: Antena 3