La Cámara de Cuentas, órgano fiscalizador que preside Janel Ramírez, está “dividida en dos bloques”, tres mujeres y dos hombres.
Donde las mujeres que son mayoría por ser tres en el organismo colegiado, forman un bloque, violando las reglas del juego en contra del otro bloque que conforman los dos masculinos y atribuyéndose decisiones de su presidente.
Una fuente de entero crédito informó que es tan grave el asunto, que una vez cerradas las sesiones de los procesos por el titular, Janel Ramírez, el bloque de mujeres, encabezado por la vicepresidente, Elsa María Catano, lo volvían a abrir por encima de ellos, sin medir consecuencias.
Lo que se acerca a las declaraciones brindadas a la prensa por el legislador Jesús Ogando, en medio de las investigaciones de las irregularidades en el pleno, que lleva a cabo la Comisión Especial en la Cámara de Diputados, quien aseguró que Ramírez expresó que la vicepresidente del órgano fiscalizador, usurpaba funciones de su presidente, Ramírez, con procesos realizados dentro de la entidad.
Esto da a entender que pese a ser un equipo de cinco miembros, y entenderse que como equipo deben trabajar en orden jerárquico con el debido respeto de las funciones a cargo de cada uno, aparentemente las cosas no funcionan como deberían ser.
Será este lunes que se conocerá el destino de los integrantes del organismo auditor de las cuentas públicas y al parecer, domina el sentimiento de pedido de un juicio político.
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