La compañía Lockheed Martin comunicó este miércoles que obtuvo un contrato de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE.UU. (DARPA) para desarrollar una nave espacial para demostrar los sistemas de propulsión nuclear térmica (NTP, por sus siglas en inglés) con fines de exploración y defensa nacional.
Los motores NTP utilizan la fisión nuclear (división de los átomos) para obtener energía al igual que los reactores nucleares empleados en la Tierra para generar electricidad. De acuerdo con la DARPA, la propulsión nuclear puede ofrecer un empuje 10.000 veces mayor que la propulsión eléctrica, con una eficiencia de dos a cinco veces mayor que la propulsión química en el espacio.
El uso de esta tecnología podría reducir los tiempos de los vuelos tripulados a otros planetas, como Marte, ya que habría un menor gasto de combustible debido al aumento de su eficiencia. Esto significaría que las naves espaciales con motores nucleares podrían transportar mayores cargas útiles que los cohetes con motores químicos.
En el caso del nuevo prototipo experimental, será diseñado y construido bajo el programa denominado Cohete de Demostración para Operaciones Ágiles Cislunares (DRACO), que es una colaboración entre la DARPA y la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la NASA.
La primera demostración del vehículo espacial con el motor térmico nuclear tendrá lugar a más tardar en 2027. La encargada del lanzamiento del cohete será la Fuerza Espacial de EE.UU. Sin embargo, el vicepresidente de campañas de exploración lunar de Lockheed Martin, Kirk Shireman, señaló que la prueba podría llevarse a cabo “a fines de 2025 o principios de 2026”.
Por otro lado, Lockheed Martin precisó que la compañía BWX Technologies fabricará el reactor de fisión nuclear del motor, además de proporcionar el combustible de uranio poco enriquecido de alto ensayo (HALEU).
La gerente del programa DRACO en la DARPA, Tabitha Dodson, detalló que el acuerdo que obtuvo Lockheed Martin está valorado en 499 millones de dólares. Los costos del proyecto están divididos en partes iguales entre la NASA, responsable del reactor nuclear, y la DARPA, encargada tanto de la nave espacial como de las aprobaciones regulatorias.
“Para que nuestro país, para que nuestra especie, explore más el espacio, necesitamos cambios en una propulsión más eficiente”, declaró Shireman, quien recalcó que “una mayor propulsión de empuje es muy importante”. Según The New York Times, la propulsión nuclear en el sector espacial no es una idea innovadora, puesto que en las décadas de 1950 y 1960 se consideró el uso de explosiones de bombas atómicas para acelerar naves espaciales en el marco del programa Orion, que fue desarrollado por la Fuerza Área de EE.UU., la NASA y la DARPA.
Fuente RT