La historia del río Masacre es tan antigua como la Isla Hispaniola; nace en la Montaña Pico del Gallo, en el municipio Loma de Cabrera, provincia Dajabón y desemboca en la Bahía de Manzanillo, cuenta con una longitud de 55 kilómetros de los cuales solo un poco más de 7KM son compartidos con Haití.
Para la regulación de este río hace casi 100 años se firmó un acuerdo llamado el “Tratado de Paz”, el 20 febrero de 1929, que prohíbe que Haití o República Dominicana realicen obras que desvíen el curso de alguno de los ríos que corren entre ambas naciones. Lo que en la actualidad se pretende hacer en el país vecino.
“Ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas”, dicta el tratado.
Sin embargo, este acuerdo no prohíbe el consumo personal del agua del río Masacre o de otros afluentes de forma moderada, para el lavado, la agricultura o la industria, en los dos territorios.
El valor del río Masacre
Además de toda la historia que involucra, el valor de este recurso hídrico se encuentra en que sus aguas son utilizadas para el abastecimiento y la agricultura, de forma especial en el uso agrícola y doméstico para agua potable.
Historia de sangre
Este río es vital para los pueblos que bordean la franja divisoria entre Haití y RD. Sin embargo, en octubre de 1937, el dictador dominicano Rafael Trujillo condujo uno de los hechos más brutales y desproporcionados del Caribe conocido como “la Masacre del Perejil”.
Trujillo dispuso la muerte de miles de haitianos, aunque muchos historiadores difieren en las cifras. Algunos dicen que fueron asesinados nueve mil, otros 20 mil y los más exagerados, dicen fueron 30 mil.
El tirano Trujillo hizo frente a lo que denominó una “invasión pacífica a territorio dominicano”. Por tal motivo, ordenó solucionar el “problema haitiano”.
Los cadáveres de hombres, mujeres, niños y niñas haitianos, que vivían en República Dominicana, fueron masacrados por las fuerzas militares y policiales dominicanas y arrojados al río Masacre.
Por este acontecimiento se generó la creencia que el nombre Masacre, alude a la masacre de Trujillo.
Sin embargo, ocho años antes de que ocurriese la matanza, en el Tratado de Delimitación Fronteriza entre la República Dominicana y Haití, firmado en 1929, aparece ya Masacre en francés, como el nombre del cuerpo de agua.
Muchos usan el puente sobre el río Masacre/Dajabón para pasar sus productos de un extremo a otro de la frontera, otros bajan y cruzan por donde el río está seco o si no aprovechan las zonas en que el agua no pasa los tobillos.
El conflicto actual
La construcción de un canal de riego para desviar agua del río Masacre es lo que mantiene las relaciones tensas entre los gobiernos de ambos países. Esta construcción tiene unos 3km de longitud, y el problema radica en que se necesitaría una desviación total del río, lo que, además de violentar el acuerdo firmado hace más de 90 años, dejaría sin agua a los agricultores dominicanos.
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