Kenia, conocida por su experiencia en misiones militares internacionales, incluyendo su participación en la lucha contra el grupo extremista Al-Shabaab en Somalia, tiene ahora un nuevo desafío: desarmar a las pandillas haitianas y restablecer el orden en un país que ha sufrido la agresión de grupos armados durante décadas.
El hecho de que Kenia haya recibido el respaldo de la ONU para liderar una fuerza de seguridad multinacional en Haití, con el objetivo de enfrentar a las peligrosas pandillas que han sumido al país caribeño en un estado de violencia y caos, es un movimiento sin precedentes.
Las pandillas han logrado tomar el control de vastas áreas de Haití, aterrorizando a la población local y cobrando la vida de miles de personas. La situación se ha vuelto insostenible, lo que ha llevado a la ONU a respaldar la oferta de Kenia para liderar la intervención.
El historial de Kenia en operaciones militares en África, incluyendo su papel en Somalia, Sudán del Sur y Sudán, respalda su capacidad para abordar esta crisis y restaurar la estabilidad en Haití.
Los ojos del mundo están puestos en esta misión que busca devolver la esperanza a un país asolado por la violencia de las pandillas armadas.
La ONU respalda
La ONU ha subrayado la necesidad de un “uso firme de la fuerza” para restablecer la paz y la seguridad en la nación caribeña.
Esta iniciativa surge como respuesta a una angustiosa petición de ayuda del primer ministro haitiano, Ariel Henry, quien ha buscado desesperadamente poner fin a la ola de brutalidad que se intensificó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
El gobierno Dominicano insistió en diversas oportunidades sobre la necesidad de que Haití fuera intervenido militarmente por una fuerza internacional, por lo que el presidente Luis Abanider catalogó como un “éxito de la diplomacia dominicana”, la aprobación de la resolución por parte de la ONU.