Directivos de Coop Herrera simulaban operaciones para mantener indicadores financieros adecuados

El administrador general de Coop Herrera, Jorge Eligio Méndez, junto a la gerente Ana Cecilia Tejeda Santos, el auditor interno Julio César Minaya Mejía y el Consejo de Administración, de la mano de Kenia Del Carmen Liriano Pérez, llevaban a cabo acciones ficticias con el objetivo de mostrar resultados financieros favorables, esto de acuerdo con la solicitud de medida de coerción contra los imputados de la estafa de más de 2,500 millones de pesos contra Coop Herrera.

Según el documento, el principal propósito de las prácticas mencionadas anteriormente era el de atraer a nuevas personas para que se convirtieran en socios de la cooperativa. Estas personas estaban particularmente interesadas en invertir su dinero debido a la apariencia de estabilidad que mostraban los estados financieros de la entidad financiera, así como las ganancias que se prometían.

Entre las prácticas más específicas dentro de las acciones ficticias u ”operaciones simuladas” se destacan las siguientes:

• Manejo de efectivo en caja y bóveda: La cooperativa adoptaba una estrategia en la que el dinero en efectivo que supuestamente mantenían en caja y en la bóveda se trataba como ”fondos fijos reponibles”. Esto quiere decir que, independientemente de si realmente tenían dinero en efectivo disponible o no, ellos mantenían constante el saldo registrado en estas cuentas. Cada día, cuando realizaban transacciones en efectivo, aseguraban que las operaciones cerraran con la misma cantidad que se encontraba registrada en sus libros contables. Esto también aplicaba a la bóveda, donde el dinero aparentemente guardado siempre coincidía con el valor contable.

• Recepción de cheques sin fondos suficientes: La cooperativa aceptaba depósitos de dinero en forma de cheques, incluso si en realidad no tenían suficiente dinero para respaldar esos cheques en el banco. Esto les permitía cerrar el año fiscal con un nivel aparentemente alto de dinero disponible en sus cuentas, aunque en realidad no tenían los fondos necesarios para respaldar esos cheques. Este truco de contabilidad les daba la apariencia de estar en una mejor posición financiera de lo que realmente estaban.