Oficialistas y opositores critican transfuguismo

Congresistas opositores y oficialistas condenaron la mañana de este lunes el transfuguismo y consideraron que la practica le hace a la política un gran daño debido a que corroe la confianza de la ciudadanía en los politicos.

Para el miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y diputado Radhamés Camacho es un acto de alta traición, al tiempo de reiterar los señalamientos al Partido Revolucionario Moderno (PRM) de comprar dirigentes de la oposición.
“Desde que cualquier ciudadano es comprado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) todos sus males son borrados y pasa a ser una persona purificada” dijo.

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El último caso de un dirigente político importante en abandonar las filas de su organización es el alcalde de Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán, quien militaba en la Fuerza del Pueblo y prometió que en los próximos días anunciará el inicio de un nuevo proyecto político.

Esta decisión, a juicio del diputado peledeista Elpidio Báez no solo lo desacredita a él, sino que también tiene un impacto en su familia, sus amigos y en toda la sociedad, especialmente por las serias acusaciones que expresó luego de su derrota, responsabilizando al narcotráfico y al Gobierno de la misma.

“La actividad política se está desmoronando en la República Dominicana” consideró Báez al vaticinar que Guzmán habría sido captado para respaldar la reelección del presidente Luis Abinader, a través del partido Justicia Social, que lidera Julio César Valentín, al que calificó como un partido de sobrecitos.

Para el diputado perremeista José Francisco (Bertico) Santana las explicaciones de por qué un dirigente abandona una organización política debe darla cada persona que toma la decisión, sin embargo, manifestó que desde el Congreso Nacional se trabaja incansablemente para mejorar esa realidad.

Opinión que es compartida por su compañero de partido, el diputado José Ceballos, quien calificó como una lastima que los dirigentes tradicionales vean la actividad política como un botín que deba repartirse cada vez que se acerca una temporada electoral.