Este viernes el país está justo a un mes para la convocatoria a elecciones presidenciales y congresuales para elegir al presidente y vicepresidente de la República, 32 senadores y 190 diputados.
La campaña trascurre lenta, sin pasión, sin activismo, con poco fervor y el bullicio que siempre generan los procesos electorales dominicanos.
Un patrón constante de la campaña son las firmas encuestadoras, reconocidas o no, que mantienen invariable la tendencia de otorgar el primer lugar al candidato a la reelección, Luis Abinader, la segunda posición para Leonel Fernández (Fuerza del Pueblo) y un tercer lugar para Abel Martínez y el Partido de la Liberación Dominicana.
Los sondeos no varían en cuanto al orden preferencial, pero sí, en cuanto a los porcentajes, pues algunos favorecen el triunfo en primera vuelta de Abinader y otros otorgan poco menos de 50%.
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Pero ninguno de los sondeos conocidos coloca al PRM en otra posición distinta a la primera, igual Fernán con el segundo puesto y el tercero para el candidato peledeista.
TRIUNFALISMO Y SEGUNDA VUELTA
El debate entre el oficialismo y la oposición se centra en los eventuales escenarios de primera y segunda vuelta electoral.
El PRM y los más de 22 partidos aliados apuestan a un arrollador triunfo en primera vuelta y hasta en la fijación de establecer un nuevo récord electoral, cercano al 70% de los votos válidos emitidos, como plantea el vicepresidente del PRM, Eddy Olivares.
El triunfalismo arropa a los promotores de la reelección, convencidos de que la victoria en primera vuelta es casi un hecho consumado, que solo es cuestión de llegar al 19 de mayo.
La preocupación del bando oficialista radica en cuanto al porcentaje de la ganancia, si podrían superar el más del 62% obtenido por Danilo Medina, en las elecciones del 2016.
Mientras tanto, en la acera opositora, el discurso se centra en que Abinader no ganaría en primera vuelta y tendría que concurriría a segunda ronda, donde estima tendría su derrota, pues sus contrarios se unificarían con un solo candidato.
Y es que la Alianza Opositora Rescate-RD cuenta con un pacto de segunda vuelta, que consiste en que el candidato que logre más votos entre Leonel Fernández, Abel Martínez y Miguel Vargas, recibiría el respaldo de los dos menos favorecidos para enfrentar a Abinader, en segunda vuelta, pero todo dependerá de los resultados y los números del candidato a la reelección.
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