Una mujer que vive en condiciones paupérrimas clama por el auxilio del presidente Luis Abinader y del ministro de Vivienda y Edificaciones, Carlos Bonilla, para la reparación de su casita, que en cualquier momento se le cae encima.
La señora Valentina de León Montero, tiene 60 años de edad, malvive en la casucha ubicada en la calle Respaldo 32, en San Felipe, Villa Mella, Santo Domingo Norte.
Es madre de cinco hijos, ninguno de los cuales viven con ella y dada su avanzada edad, no tiene oportunidades de trabajo y le faltan fuerzas para enfrentar sola su dura realidad.
Su vivienda es una especie de refugio de las tinieblas: está agujerada por todos los costados, pues la carcoma se han hecho cargo de la madera vieja que aún permanece en pie, el zinc está agrietado por todas partes, falta el caballete y ni siquiera las puertas se sostienen porque las bisagras no tienen do de agarrar.
“Cuando llueve tengo que buscar refugio donde los vecinos”, comenta amargamente la señora de León.
Prácticamente sobrevive de la caridad pública, gracias a personas que apiadan de su penosa situación y, en ocasiones, les proporcionan que comer.
Sus pocos ajuares están inservibles: una vieja lavadora que ya no lava, una nevera que no enfría, una estufa que no enciende llamas y solo un solitario espejo, colgado en la maltrecha sala puede reflejar su rostro de derrota.