El Gobierno italiano tratará de amortiguar el impacto que tendrá el coronavirus en su débil crecimiento con ayudas de hasta 25.000 millones de euros, que suponen disparar el déficit para 2020 hasta el 3,3 % del producto interior bruto (PIB), una medida que ve necesaria ya que los contagios siguen aumentando.
El coronavirus ha causado 631 fallecidos y los contagios totales superan los 10.000, según el último balance oficial del martes, pero las cifras siguen creciendo y el presidente de Lombardía (norte) -la más afectada por el virus-, Attilio Fontana, ha dicho este miércoles que los contagios en esta región ya han subido en más de 1.000 en las últimas 24 horas.
Lee también: “Italia vive su hora más oscura”: bloqueo de las actividades por el COVID-19
Ante este panorama, el Gobierno italiano tomó el lunes la decisión de restringir los movimientos en todo el país y suspender eventos deportivos y concentraciones públicas, además de cerrar escuelas, universidades, museos, cines y teatros.
El efecto que tendrán estas medidas, que buscan contener la propagación del coronavirus, en la economía será notable y por eso Italia quiere adelantarse a las consecuencias antes de que sea demasiado tarde.
Este miércoles, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció que destinará hasta 25.000 millones de euros para hacer frente a los efectos sociales y económicos de la crisis del coronavirus.Italia incrementa así notablemente las ayudas que preveía dar el pasado 5 de marzo, cuando anunció que serían de 7.500 millones de euros.
Este aumento del gasto público supondrá para el país dilatar su déficit hasta el 3,3 % del PIB, superior al que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo, y muy por encima también al 2,2 % calculado por el Gobierno italiano el pasado septiembre.
“La respuesta más eficiente debe ser detener la epidemia. El país es sólido y en este momento difícil tenemos que unirnos”, ha dicho el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, en el Senado, donde ha explicado esta nueva decisión.
Mientras, el presidente de Lombardía ha vuelto a reiterar este miércoles que el Gobierno debe aprobar medidas aún más duras al menos para su región, que pasen por cerrar todos los negocios, restaurantes y las fábricas, y dejar abiertos solo las actividades comerciales necesarias, como las farmacias y los supermercados.
“Hemos enviado al Gobierno las propuestas acordadas con los alcaldes para contener la propagación del coronavirus: hemos pedido que se cierre todo, no podemos continuar con estos incrementos de contagios”, ha dicho.
“Solo deberían seguir funcionando las actividades consideradas esenciales para continuar la vida cotidiana, desde la alimentación, hasta la energía o la recogida de basuras”, ha opinado.
Contra esta idea se ha pronunciado la patronal de Lombardía que ha declarado que es “indispensable” mantener la actividad empresarial.Fontana ha alertado del riesgo de que el sistema hospitalario colapse y de momento ha anunciado que la región se prepara para colocar en el Centro de Congresos de Milán un total de 400 camas para enfermos que las necesiten, con el fin de evitar saturar las clínicas.
Lee también: Italia encara el primer día de restricciones en todo el país por el coronavirus
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ya declaró el martes que no descarta asumir nuevas acciones, pero no ha tomado ninguna decisión por el momento.Su gabinete se debate entre cómo contener la epidemia y cómo no dañar irremediablemente la economía del país, que corre el riesgo de entrar en recesión, pues ya en el último trimestre de 2019 cerró con una caída del 0,3 % del PIB.
De momento, el Ejecutivo ya ha enviado una carta al vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, y al comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, en la que pide una autorización para incurrir en una desviación del déficit para el 2020 que puede llegar hasta el 3,3 %, según se lee en la misiva, publicada en la página web del ministerio de Economía italiano.
Estos 25.000 millones que Italia plantea destinar a paliar las consecuencias sociales y económicas del coronavirus no serán desembolsados “inmediatamente”, sino que 12.000 millones servirán para financiar un decreto con ayudas que llegará “probablemente” el próximo viernes y el resto “constituirán una reserva para posibles y futuras intervenciones”, según Gualtieri.
Ese primer paquete de gasto desviará el déficit para 2020 hasta el 2,7 % del PIB, pero si Roma se ve obligada a utilizar la totalidad de esos 25.000 millones, entonces llegará hasta el 3,3 %.
En la carta, el Gobierno italiano pide a la CE que los Veintisiete respondan “a esta emergencia no solo utilizando la flexibilidad incorporada del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, sino también preparando un paquete coordinado de estímulo fiscal centrado en objetivos comunes de crecimiento sostenible”.
Fuente: EFE