París, (EFE).- El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció este jueves un plan estatal para el sector turístico, afectado por la crisis del coronavirus, que movilizará 18.000 millones de euros de las arcas públicas entre ayudas directas, préstamos garantizados y exoneraciones fiscales.
“Es un esfuerzo sin precedentes para ayudar a un sector puntero de la economía francesa (…) que afronta la peor adversidad de su historia”, indicó el jefe del Gobierno tras un comité interministerial dedicado al turismo.
Philippe aseguró que bares, restaurantes y hoteles permanecerán cerrados en el país al menos hasta junio, pero se comprometió a revisar su situación en la semana del 25 de mayo y se mostró convencido de que “los franceses podrán irse de vacaciones este año en Francia”.
En este sentido, el primer ministro animó a los franceses a comenzar a hacer reservas para julio y agosto y aseguró que las organizaciones de empresarios turísticos se han comprometido a devolver la integridad de las mismas en el caso de que la pandemia impida efectuar esos viajes.
Philippe recordó que el turismo genera casi el 8 % del PIB francés, genera unos 2 millones de empleos directos e indirectos y está siendo uno de los más afectados por la COVID-19, que ha provocado ya en Francia más de 27.000 muertos y 140.000 contagios.
Para afrontar las consecuencias más urgentes, el jefe del Gobierno aseguró que las empresas turísticas podrán recurrir a las medidas de paro parcial (ERTE) al menos hasta septiembre, que las exoneraciones fiscales alcanzarán los 2.000 millones y que se incrementarán los créditos garantizados por el Estado.
A ello se sumará un plan de inversión directa de 1.300 millones de euros de inversiones estatales en el sector para garantizar que el relanzamiento del sector, cuando sea posible, se desarrolle en las mejores condiciones.