Pekín, 26 may (EFE).- El magnate del juego Stanley Ho, uno de los hombres más ricos de Asia y al que se le atribuye la transformación de Macao en la ‘Las Vegas asiática’, murió hoy a los 98 años en un hospital hongkonés, informa la prensa local.
Ho fue el fundador del conglomerado Shun Tak, con una capitalización de mercado situada en torno a los 8.000 millones de dólares de Hong Kong (1.032 millones de dólares, 945 millones de euros) y dedicado tanto al juego como a otros negocios como el inmobiliario, el hotelero o el de transporte.
Cuando se jubiló en 2018, se estimaba que su fortuna personal ascendía a unos 6.450 millones de dólares (5.896 millones de euros), lo que le convertía en uno de los hombres más ricos del continente asiático.
Buena parte de esta fortuna le vino de los negocios del juego, ya que, tras crear en 1962 la llamada Sociedad de Turismo y Diversiones de Macao -propietaria de la mitad de los casinos de la ciudad, entre ellos el icónico Grand Lisboa-, se hizo con el monopolio en esta industria y lo mantuvo hasta 2001.
Según datos oficiales, más del 50 % de la actividad económica de la antigua colonia portuguesa procede de negocios relacionados con el juego, que también son los principales generadores de empleo en la ciudad -único punto de China en el que el juego es legal-.
Por tanto, el impacto de Ho en la transformación de Macao en las últimas décadas fue más que notable, algo que las autoridades locales reconocieron convirtiéndole en la primera persona viva que daba nombre a una avenida en la ciudad.
De hecho, la última vez que fue visto en público en Macao fue el pasado 20 de diciembre, cuando asistió a la ceremonia de toma de posesión del nuevo jefe del Ejecutivo local, Fernando Chui Sai-on, en la que se conmemoró también el vigésimo aniversario del retorno de la ciudad a China tras siglos de dominación colonial portuguesa.
Según el obituario publicado por la televisión pública macaense TDM, en la década de los años noventa fue conocido como “el verdadero rey de Macao” por su influencia en la economía y en la sociedad del territorio, que muchos consideraban mayor que la del gobernador.
Ho integró el comité que redactó la Ley Básica (la carta magna de la ciudad semiautónoma) y condicionó proyectos como el dragado de los canales de la ciudad o la construcción del aeropuerto internacional.
No obstante, en los últimos años de su vida se vio envuelto en polémicas debido a los enfrentamientos entre sus familiares -tuvo 17 hijos conocidos con cuatro mujeres distintas- por repartirse su jugosa herencia.
Desde que en 2009 sufriera un accidente doméstico por el que tuvo que ser intervenido en el cerebro, sus apariciones públicas fueron cada vez menos frecuentes.
Aparte de mantener buenas relaciones con las autoridades coloniales lusas -fue dueño también de varios casinos en Portugal-, Ho fue parte del máximo órgano asesor del régimen chino, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), lo que le valió que la prensa oficial le despidiese hoy como un “emprendedor patriota”.