Miami, EFE.- El gobernador del estado estadounidense de Florida, Ron DeSantis, dijo que a su entidad territorial le gustaría albergar la Convención Nacional Republicana después de que el presidente Donald Trump amenazara con trasladarla de Carolina del Norte, la sede actual, a menos que este estado pueda garantizar “lleno total” debido a las medidas contra eventos masivos para evitar la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.
La convención, el gran evento en el que el Partido Republicano escoge formalmente a su candidato para las elecciones presidenciales de noviembre próximo y que congrega a decenas de miles de asistentes, tiene prevista su celebración en Charlotte (Carolina del Norte) del 24 al 27 de agosto.
Trump exigió este fin de semana por su cuenta de Twitter “una repuesta inmediata del gobernador de Carolina del Norte (el demócrata Roy Cooper) sobre si se permitirá o no el llenar el aforo completo”.
A lo que lo que el gobierno del demócrata respondió que Carolina del Norte se basa en datos de la ciencia para tomar la decisión basada en la seguridad y la salud y está revisando con el Comité Nacional Republicano (RNC) su decisión sobre la convención.
Tanto el gobernador DeSantis como el Partido Republicano de Florida e incluso el alcalde de la ciudad floridana de Jacksonville, Lenny Curry, se han mostrado interesados en celebrar en este estado la convención.
DeSantis dijo hoy que había hablado con funcionarios de la Casa Blanca sobre esa posibilidad y se mostró confiado que el presidente Trump seguiría las pautas de salud pública si el evento se trasladara a Florida.
“Obviamente tenemos diferentes lugares en nuestro estado en los que se podría celebrar. Miami, Orlando, Tampa, Jacksonville todos podrían hacerlo”, dijo DeSantis.
Por su parte, el alcalde de Jacksonville, Lenny Curry, dijo que “la ciudad de Jacksonville ha demostrado su habilidad para celebrar eventos masivos de una forma segura y responsable”.
Curry recordó que el primer evento deportivo en vivo del mundo tras la pandemia, de artes marciales de la Ultimate Fighting Championship (UFC), se emitió desde el estadio VyStar Veterans Memorial.
Añadió que “sería un honor acoger la Convención Nacional Republicana en unas instalaciones de primera clase como esas”, y que junto al gobernador de Florida, Ron DeSantis, aliado político de Trump, han creado “el marco regulatorio para operar de una forma que sea atractivo para eventos significativos como este”.
El Partido Republicano de Florida también indicó por esa red social que “no hay mejor lugar que Florida” para celebrar este evento, al ser “el lugar de residencia del presidente (Trump) y el estado más grande en disputa” para las elecciones presidenciales.
Por otro lado, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, también presentó su candidatura para la celebración de la convención.
“Con unas instalaciones de primera clase, restaurantes, hoteles y fuerza laboral, sería un honor para Georgia hospedar la Convención Nacional Republicana. Esperemos que considere al estado del melocotón”, destacó Kemp.
Trump amenazó por Twitter que se vería forzado a encontrar, “con todos los empleos y desarrollo económico que ofrece, otro lugar para la Convención Nacional Republicana”.
En una actualización de sus protocolos, los Centros de Control de Enfermedades (CDC) señalaron la semana pasada que levantan algunas de las medidas de reclusión pero desaconsejan la celebración de eventos masivos.
En Carolina del Norte hay confirmados más de 24.000 casos de SARS-CoV-2, de los cuales 766 han resultado mortales, siendo el pasado 23 de mayo el día en el que más casos se detectaron, un total de 1.107.
En Florida los casos superaron hoy los 52.000 y las muertes llegaron este martes a 2.259.
Antes de la pandemia el Partido Republicano estimaba que aproximadamente 50.000 se congregarían en Charlotte y los alrededores del estadio donde está prevista la convención.
Trump se enfrentará a Joe Biden, virtual nominado del Partido Demócrata, en las presidenciales del próximo 3 de noviembre.
Este partido atrasó un mes su convención nacional, para mediados agosto, en Milwaukee (Wisconsin) debido a la pandemia.