El alcalde del municipio de Higüey, Rafael Barón Duluc (Cholitin), informó que dispuso que el toque de sirena de la intendencia de los Cuerpos de Bomberos, solo sea tocada en casos “excepcionales o de emergencia”, ya que constituye un malestar para los higüeyanos, en cuanto a la contaminación sónica.
A raíz de esa disposición la alcaldía recibió esta semana una comunicación firmada por decenas de instituciones y gremios de la sociedad civil higüeyana, solicitando que sea retomado el toque de la sirena al considerarla una tradición.
Barón Duluc indicó que la decisión al llegar a la alcaldía no fue improvisada, por el contrario, es el resultado de muchos años de discusiones del sentir de diferentes sectores de Higüey, que en su mayoría, entendían que más que una tradición, el toque de la sirena constituía un malestar para los que residen en dicha zona.
“Es bien sabido que la sirena solo se escuchaba en un radio de pocos metros, pero en el lugar donde hay mayor concentración de personas, tras encontrarse las oficinas gubernamentales más importantes, el Palacio de Justicia, el Cabildo Municipal, la Basílica catedral Nuestra Señora de la Altagracia, la Junta Central Electoral, Bancos Comerciales y hasta los centros de Salud”, dijo el edil municipal.
Continuó diciendo: “como higüeyano, conozco perfectamente el significado que tiene para muchos el toque de la sirena, pero la globalización y los nuevos tiempos, obligan a examinar costumbres que en algún momento tuvieron una razón de ser, pero que hoy día ya no la tienen, pues esos fueron usos del pasado cuando no existían relojes despertadores y con esto servían para avisar a los aldeanos las horas de inicio de jornadas laborales”.
Además, agregó “si bien somos un alcalde democrático y que nos caracterizamos por tomar acciones de manera consensuada y a favor de las mayorías, somos, sobre todo, respetuosos de las leyes y de la Constitución Dominicana”.
Rafael Baron Duluc fundamentó su decisión de lo contemplado en varias leyes y articulados que versan sobre el particular, como los artículos 114 y 115 de la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se refiere a la competencia de los ayuntamientos en procura de evitar la contaminación sónica, que es la que se produce con ruidos innecesarios más allá de los decibeles permitidos, que atentan contra la salud integral ciudadana.
Además, significó también lo que contempla la Carta Magna sobre el tema, indicando que “el artículo 67 de la constitución dominicana, establece la protección del medio ambiente, estableciendo que es deber del Estado el de prevenir la contaminación”.
Asimismo, el artículo 61 de la citada Carta Magna, establece como otro de nuestros derechos fundamentales, el derecho a la salud integral, señalando, entre otras cosas, que el Estado, debe velar por la sanidad ambiental.
“Si bien es cierto que el toque de sirena se ha entendido como parte del folklore higueyano, no menos cierto es que no todo el folklore de un pueblo se considera prudente y productivo, por lo que en muchas ocasiones el mismo amerita modificaciones y adecuaciones. Ejemplo de esto son las peleas de gallos o las corrida de toros, que por toda la vida fueron parte de la cultura de algunos países y hoy están terminantemente prohibidas”.
En respuesta a las organizaciones, quienes se manifestaron preocupados por esta decisión, siguió diciendo que “con esta decisión no queremos desanimar a todas esas valiosas instituciones de nuestra provincia, que de manera diligente se han unificado en este pedimento, por el contrario, les exhortamos y motivamos para que, asimismo, continúen unidos en pro de las mejores causas de nuestra ciudad”.
“De mi parte, en los próximos días les estaremos invitando a ser parte del Consejo Económico y Social que por vez primera se conformará, tal como manda la ley sobre Ayuntamientos, para que funjan como un organismo consultivo de la municipalidad, como ya le habíamos informado a la Unión de Empresarios de la Provincia La Altagracia (UEPAL) en una reunión que sostuvimos en días pasados”.
J.S