Santo Domingo.- La apertura oficial de la segunda fase de la desescalada por parte de las autoridades conlleva todo un reto para ciertos sectores que buscan reactivarse después de más dos meses cerradas, por lo que la decisión del gobierno arrastra un compromiso para evitar un rebrote de contagios del COVID-19 en el país.
Si la primera fase fue un reto para las autoridades, la segunda aun más, ya que el dolor de cabeza que ha tenido el ministerio de Salud, es lograr que las personas respeten el distanciamiento social y mantenga la higiene adecuada.
En esta segunda fase habrá más circulación de personas en las calles y reabren sectores como las iglesias que permanecían cerrados desde el pasado mes de marzo cuando inició el estado de emergencia por la pandemia del coronavirus.
Las micro, medianas y grandes empresas, así como las iglesias y el transporte interurbano deberán adaptarse a las nuevas medidas preventivas, sobre todo en el Gran Santo Domingo, donde los contagios no han parado.
Las empresas, que tienen entre 11 y 50 empleados, podrán incorporar el 75% de sus trabajadores, mientras que las empresas medianas y grandes podrán trabajar con el 50% del personal.
En el caso de los transportistas deberán cumplir con las normas de las autoridades, usando un máximo de 60% de los asientos, siempre con distanciamiento entre los pasajeros y siguiendo los protocolos correspondientes.
Algunos consideran que los transportistas no cumplirán, ya que movilizar un autobús que no este lleno, “no les genera beneficios”. Además se añade un ingrediente a esto, y es que este el sector ha tenido constantes roces con las autoridades, incluyendo recientes quejas por no incluirlos en la primera fase de la desescalada.
Otro sector que tendrá un gran reto son las iglesias, ya que tras el anuncio del Gobierno, podrán realizar sus actos religiosos a partir de este fin de semana, pero con porcentaje reducido de personas, lo que conlleva una logistica de parte de lideres de la diferentes denominaciones.
Las Iglesias que acostumbraban a tener tres o cuatro servicios, tendrán que adaptarse con uno semanal, sin alterar el orden establecido por las autoridades.
El reto de las autoridades ha sido mantener la tasa de contagios en un nivel donde no permita cerrar nuevamente la economia del pais por la pandemia.
La decisión del Gobierno de continuar con la desescalada en la segunda fase ha sido debido a que la tasa de contagio se ha aplanado y la letalidad están relativamente bajas.
Las autoridades esperan que esta segunda etapa la ciudadanía respete las medidas para poder avanzar a la fase 3 que iniciaría el próximo 17 de junio,en un esfuerzo por retornar a la “normalidad” y recuperar el terreno perdido.
Por Ernesto Rodriguez
