La mañana de este sábado fueron sepultados los restos de José Alberto Encarnación, una de las seis víctimas mortales de la explosión ocurrida el pasado miércoles en las instalaciones de la empresa Polyplas, ubicada en Villas Agrícolas.
Sus familiares y amigos cercanos pudieron llorar algunas horas ante el ataúd sellado durante un velatorio en la funeraria Tiempo de Paz de la avenida Máximo Gómez de la capital. Luego el cuerpo fue trasladado al cementerio Cristo Redentor, donde descansarán sus restos.
Era un hombre muy trabajador, serio, dedicado a su familia. Es lo que dicen de él quienes lo llegaron a conocer en vida.
“Muy buena gente. Trabajaba 24/7. Muy trabajador”, así lo definió la señora Cristina Doñé, una excompañera de trabajo que acudió a solidarizarse con los cuatro hijos que le sobreviven al difunto.
Carlos Perdomo, quien era vecino de la víctima, expresó “que su partida es una gran pérdida para la comunidad”, debido a que era muy colaborador, y según los testimonios, murió cuando entró a la empresa para salvar a una compañera.
Debido a lo afectado que estaban sus hijos y familiares no quisieron ofrecer declaraciones a la prensa.
José Alberto Encarnación es el último sepultado de los cuatro cadáveres identificados de la explosión.
Ayer viernes fueron sepultados los cuerpos de Ronny Vargas, Claudio Hernández y Julián Salazar.
Ronny Vargas fue sepultado en el cementerio Cristo Redentor. Supuestamente, el día de la explosión acudió a la empresa PolyPlas a entregar un buffet y fue sorprendido por el evento. Tenía 31 años y era entrenador de fútbol.
El cuerpo del gerente de seguridad Claudio Hernández fue sepultado en el cementerio Parque del Prado y los restos de Julián Salazar los enterraron en el cementerio Cristo Redentor.
En el lugar de la explosión, hoy las autoridades continúan con la remoción de escombros y se realizan labores de pintura de casas y otras labores.
