Un mes después del inicio del movimiento, los “chalecos amarillos” volvieron a tomar las calles este sábado, en un contexto de tensión pese a las concesiones y los llamados a la calma del presidente francés, Emmanuel Macron.
Hubo corridas y la policía lanzó gases lacrimógenos. Hay al menos 95 detenidos. De acuerdo al periódico Le Parisien, se están movilizando 3.000 personas en París. En toda Francia son 33.500 manifestantes.
En Facebook, principal canal de movilización del movimiento, los llamados a la manifestación en París y en otras ciudades francesas no dejaron de suceder en los últimos días.
“No nos rendiremos. Aquí, seguimos igual de activos”, explicó a la AFP Roland Jeanjean, jubilado de 62 años, que se puso su chaleco amarillo para protestar en Guingamp, Bretaña.
“Los compañeros ya se fueron el jueves para poder estar en París para la ‘manifestación'”, agregó.
En París, se ha organizado una concentración para las 14:00 local en la plaza de République, en el este de la ciudad. Una quincena de organizaciones de izquierda instaron a participar en la marcha.
Las autoridades temen que se vuelvan a producir disturbios, después de que la manifestación del pasado sábado se saldara con un número récord de arrestos (casi 2.000), más de 320 heridos y daños y enfrentamientos en varias ciudades, como París, Burdeos y Toulouse(suroeste). 136.000 personas salieron a las calles de Francia.