Anthony Piloneso, un estudiante de último año de la Universidad de Ohio (EE.UU.), trabajó a medio tiempo durante tres años en una tienda de Sherwin-Williams, una importante compañía estadounidense de fabricación y venta de pinturas.
En diciembre del año pasado, el joven abrió una cuenta en TikTok donde sube videos mezclando pinturas, idea que curiosamente ha resultado ser muy atractiva y exitosa: cientos de miles de reproducciones, 1,4 millones de seguidores y más de 23 millones de me gusta.
Piloneso veía su proyecto en la red social como “una oportunidad de ‘marketing’ para Sherwin-Williams” para atraer a un amplio público joven de TikTok. Sin embargo, luego de indagar en su cuenta, la compañía decidió despedirlo en julio acusándolo de hacer las grabaciones durante sus horas laborales y con el equipo de la empresa.
Oficialmente se le calificó de “desperdiciar propiedades e instalaciones” y “avergonzar gravemente a la empresa o sus productos”, según documentos obtenidos recientemente por el portal Buzz Feed.
El universitario admitió haber filmado mientras mezclaba pinturas para un cliente cuando apenas comenzó a publicar, en 2019, pero asegura que con el aumento de la popularidad decidió comprar el material aprovechando el descuento para empleados.
“Primero me acusaron de robar, les dije que compré toda mi pintura”, señala, subrayando que nunca tuvo la oportunidad de contar su versión de los hechos.
Esta semana Sherwin-Williams le manifestó a Buzz Feed que fueron las “preocupaciones de un cliente” las que iniciaron su investigación y finalmente dejaron ir a Anthony “debido a múltiples violaciones a las políticas de la compañía”. Desde entonces, Piloseno ha compartido públicamente lo sucedido y hace filmaciones para TikTok desde el sótano de un amigo. Entretanto, sus seguidores opinan que su exempleadores perdieron una gran oportunidad para expandir su base de clientes al no entender los beneficios del ‘marketing’ digital.
Fuente: RT
