(EFE).- La mayoría de los 50 estados de EE.UU. han certificado hasta este martes, la fecha máxima para hacerlo, sus resultados de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, un paso que cimienta la victoria del demócrata Joe Biden y que dificulta cualquier desafío legal del mandatario saliente, el republicano Donald Trump.
Todos los estados han certificado los resultados menos Wisconsin debido a una demanda que la campaña de Trump interpuso para disputar los resultados y que será estudiada el jueves en una audiencia en un tribunal de apelaciones estatal, de acuerdo con la radio pública de ese estado.
La posibilidad de que Wisconsin no oficialice los resultados solo significa que ese estado no podrá acogerse a las protecciones especiales de la fecha límite de hoy, llamada “puerto seguro” (safe harbor, en inglés) y que suele pasar desapercibida en otros ciclos electorales.
Esta vez ha ganado mayor notoriedad debido a que Trump hasta ahora no ha reconocido su derrota en los comicios y ha presentado varias demandas en estados claves para alegar, sin pruebas, que hubo fraude electoral en el voto por correo, que usaron millones de estadounidenses por la pandemia.
La fecha límite de “puerto seguro” es una provisión de una ley federal de 1887 que requiere a los estados resolver todas las disputas relacionadas con los comicios antes de que el Colegio Electoral se reúna para proclamar los resultados oficialmente.
Esa fecha de “puerto seguro” siempre se ubica en el calendario seis días antes de que se reúna el Colegio Electoral, que este año hará oficiales los resultados el lunes 14 de diciembre.
En la práctica, la fecha de hoy cimienta la victoria de Biden porque se considera que, a partir de ahora, los jueces deben ofrecer argumentos muy sólidos para cambiar los resultados electorales, lo que dificulta que Trump obtenga cualquier victoria en los tribunales.
Además, una vez que los estados certifican los resultados, se consideran “definitivos” y los miembros del Congreso deben aceptarlos cuando se reúnan el 6 de enero para hacerlos oficiales, un paso que se considera una formalidad y que nunca ha sido disputado.
No obstante, este año, el legislador republicano Mo Brooks, del sureño estado de Alabama, ha anunciado que cuestionará la victoria de Biden y, además, un grupo de políticos republicanos de Pensilvania ha urgido a los legisladores que representan a su estado a hacer lo mismo.
En un comunicado, el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, y la asesora legal de la que fuera su campaña, Jenna Ellis, restaron importancia a la fecha: “A pesar de los intentos de los medios para desesperadamente proclamar que la lucha ha terminado, nosotros seguiremos defendiendo la integridad de las elecciones hasta que los votos legales se cuenten de manera justa y precisa”, afirmaron.
La próxima fecha importante es el 14 de diciembre, cuando los 538 compromisarios del Colegio Electoral se reunirán en sus estados para proclamar a Biden como nuevo presidente.
En EE.UU., el presidente no se selecciona mediante el voto popular, sino con un sistema indirecto: los estadounidenses eligen a los compromisarios del Colegio Electoral que les representan en su votación y cuyo número varía dependiendo de cada estado, razón por la que algunos como Pensilvania y Florida tienen mayor peso.
Biden ganó en estados que asignan 306 compromisarios, mientras que Trump acumuló 232.
Además, el demócrata ganó el voto popular y consiguió 7 millones de votos más que su rival.