Militantes talibanes en Afganistán negaron haber matado a una oficial de la policía con 8 meses de embarazo frente a miembros de su familia.
Testigos indicaron a la cadena BBC que la víctima, identificada como Banu Negar, fue asesinada a balazos en su vivienda en Firozkoh, la capital de la provincia Ghor en el centro del país.
Los extremistas indicaron a la cadena británica, mediante un portavoz, no ser los responsables.
“Estamos al tanto del incidente y estoy confirmando que el Talibán no la mató, nuestra investigación continúa”, indicó a la BBC el vocero Zabiullah Mujaheed.
El insurgente se refirió a la supuesta amnistía para personas que colaboraban o trabajaban con la antigua administración de gobierno, y atribuyó el asesinato de Negar a una animosidad personal u otra causa.
Las expresiones de Mujaheed contrastan con el panorama en el país tras la toma del poder de la mayoría del territorio afgano por parte del grupo terrorista a mediados de agosto.
Hace unas dos semanas, trascendió en redes sociales un video de la ejecución del general Haji Mullah Achakzai, jefe de la policía en la provincia Badghis.
En el material audiovisual, se ve a la víctima, quien era enemigo de los talibanes, esposado, de rodillas y con una venda en los ojos antes de que pistoleros lo acribillaran.
El líder policial había sido arrestado por los militantes islámicos luego de que ocuparan la zona cerca de la frontera con Turkmenistán.
En el caso de la embarazada, tres fuentes indicaron a la BBC que esta fue baleada fatalmente frente a su esposo e hijos el sábado.
La mujer trabajaba en una prisión local.
Tres pistoleros arribaron a la casa de la víctima, inspeccionaron el lugar y ataron a miembros de la familia antes de matar a la fémina.
Los reportes de organizaciones de derechos humanos en Afganistán documentan varios asesinatos en venganza, detenciones así como persecución a minorías religiosas.
El Diario NY