Por Massiel Bravo.- El Gobierno del presidente Luis Abinader ha sido un abanderado en procura de llamar la atención de la comunidad internacional, con el fin de que muestre más interés por las situaciones económicas, políticas, electorales y sociales que afectan a Haití.
El presidente Abinader aprovecha distintos escenarios para externar su preocupación por las crisis de distintas índole que atraviesan los habitantes de la empobrecida nación.
Por dos veces el Gobierno ha aprovechado el escenario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para pronunciarse por el tema y solicitar mayor compromiso de las demás naciones.
En octubre del año pasado, cuando el Gobierno del Partido Revolucionario Moderno tenía solo dos meses, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, solicitó a la comunidad internacional proveer al pueblo haitiano la ayuda humanitaria y los recursos necesarios para invertir en infraestructura y en la creación de empleos.
En el mes de abril fue el mismo presidente Abinader quien propuso a la comunidad internacional crear un arbitraje para buscar solución a la situación de inestabilidad de la sociedad haitiana.
“En Haití hay una serie de temas que está llevando mucha inestabilidad política y social que están afectando la paz social. Vemos manifestaciones semanalmente y creo que la comunidad internacional tiene que tener mayor responsabilidad sobre ese tema de Haití”, sostuvo el mandatario en una entrevista para la Agencia EFE.
Tras el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, Abinader volvió a emplazar a la comunidad internacional asumir con responsabilidad el panorama desolador que arropó a Haití luego del hecho.
Ante la crisis políticas, humanitarias, económicas y diplomáticas, el mandatario opinó que la comunidad internacional debía tener una actitud más activa de la que había tenido antes con el problema.
En su viaje a Nueva York, el presidente habló en el Foro de Líderes Mundiales de la Universidad de Columbia donde también hizo un llamado a la comunidad internacional, en especial al Gobierno de los Estados Unidos, para que fomenten la ejecución de un diálogo político para velar por el bienestar de Haití.
Abinader manifestó que de no tratarse las situaciones por las que atraviesa Haití, las mismas podrían constituir un problema regional.
Asimismo, expuso los altos índices de violencia que se están registrando en los últimos meses en la vecina nación, que resultan indetenibles para las autoridades locales pertinentes.
Recientemente, en su discurso ante la ONU, el tema haitiano volvió a ocupar la agenda del presidente dominicano.