La tecnología, cada vez más, va formando parte de la vida cotidiana y esto no excluye los servicios bancarios como son las fintech o financieras digitales. Se trata de plataformas en las que las personas pueden solicitar un préstamo desde sus equipos tecnológicos y solo se requiere su presencia física al momento de firmar el contrato del préstamo.
Pero, ¿qué sucede cuando estas herramientas son utilizadas para hacer algo similar a la usura o algo peor? En las oficinas de la periodista de Nuria Piera, se han recibido numerosas denuncias de afectados e incluso testimonios de ex empleados de una financiera digital que promete inclusión financiera, pero el final de la transacción es un caos, porque el cliente sale peor de como llegó, según relatan los denunciantes.
“Ellos lo ponen, mire… que cualquiera le lambe el piso pero después sacan las uñas porque ellos se encargan de destruir al cliente, no de protegerlo”, William Lora García, afectado por Iban On Line; una plataforma digital que se encarga de conseguir créditos, en su mayoría, hipotecarios.
Rafael Félix, otro afectado por Iban On Line, asegura que accedió a este tipo de servicio buscando una solución, no un problema.
Ambos acusadores, en el año 2019, solicitaron préstamos. Uno lo hizo por 2 millones 400 mil pesos, para un apartamento y el otro por un millón 300 mil pesos para la compra de ganado.
Según el experto en finanza, Zoom Diego Sosa, una Fintech es, en palabras llanas, “un banco a través de la Internet. O sea es una empresa que usa más Internet que un banco oficial que tiene una oficina donde uno va”.
Aunque también todos los bancos tradicionales ya cuentan con sus plataformas de servicios en la Internet, la principal diferencia con las financieras tecnológicas es que estas últimas no tienen múltiples sucursales ni redes de cajeros automáticos en diversos puntos del país, por lo que sus gastos administrativos se reducen de manera considerable y prometen un proceso de depuración más rápido.
Iban On Line posee una agresiva campaña de marketing a través de las diversas redes sociales. Así lo aseguran exempleados que nos ofrecieron sus testimonios ocultando su identidad por razones de seguridad y explican que luego de que los clientes potenciales suministran sus datos en la página web, estos llegan directamente a un pequeño centro de llamadas que se encarga de llamarlos, se concreta una reunión, se realiza una evaluación financiera y se solicita una garantía si esta es válida se erogan los fondos.
Estas campañas públicas suelen ser bastante llamativas ya que ofrecen un proceso de depuración rápido y que no importaba el estatus del crédito, según dice uno de los afectados por esta empresa.
Juan (nombre ficticio), exempleado de Iban On Line, asegura que, “son contratos abusivos y al final del día no dan lo que prometen”.
Según establecen ex empleados y clientes, la empresa no explica realmente que es lo que se está firmando en el contrato. En la publicidad es una cosa y en la realidad es otra. Promocionan una tasa desde un uno por ciento mensual pero en el contrato se acuerda un 2.5% mensual equivalente a casi un 30% anual, cuando la Ley establece que debe ser entre 12 y 18%, o sea que casi se duplica.
Pero las anomalías no se limitan a eso, pues al momento de depositar el préstamo, la empresa no transfiere el monto total, sino por partes.
“Me lo dieron en dos fracciones. Me dieron 450 mil pesos que me lo depositaron en el Banco de Reservas. Luego no me podían depositar porque el Banco de Reservas le pedía el origen de ese dinero. Nunca me lo pudieron depositar. Entonces, ellos mismos me recomendaron hacer una cuenta en Scotiabank solamente para depositarme los otros 400 mil pesos”, dijo Félix, uno de los afectados.
El ex empleado número 2 de Iban On Line, a quien llamaremos Juan para proteger su identidad, dijo “los fondos no tenemos con cierta certeza, los empleados, de dónde venían porque nos daban un speech, una presentación que ellos hacían que venían de inversores que ellos recolectaban en Europa y que invierten en su plataforma”.
Según el certificado de registro mercantil, la empresa Iban On Line tuvo su asamblea constitutiva el 17 de marzo de 2016, con un capital de 100 mil pesos y el objeto social de prestación de servicios de publicidad y actividades relacionadas con páginas web que permitan a terceros mejorar su situación económica. Figuran tres socios Glennys Ramona Rosario de la Cruz, dominicana; Javier Alonso Vilchez, español y Marc Anthony Hurr, francés pero que en el acta de la asamblea de la compañía se establece que es británico y posee 25 cuotas de las 100 que hay en total. En ese mismo documento, también se señala al español, Daniel Eduardo Suero Alonso, como socio mayoritario con 75 cuotas.
Juan asegura que, “Daniel Suero es una persona joven, con 33 años. Cuando lo conocí, tenía 28 o 29. Puede tener un cierto conocimiento empírico pero no tiene el perfil financiero, ni de riesgo ni de crédito ni de análisis y es una persona, a mi juicio, patológicamente mitómana. Dice cosas que no son ciertas”
También llama la atención que la cofundadora y gerente general de Iban On Line, Glennys Ramona Rosario De La Cruz, carece de experiencia previa en el mercado financiero, pues la joven es egresada de la carrera de comunicación social en 2015 y la única experiencia laboral que muestra en su perfil de Linkedin es como representante de ventas de un hotel, puesto que desempeñó por apenas cinco meses desde diciembre de 2012 a abril de 2013. Lo que sí es un hecho, según los exempleados, es que Iban Online es simplemente el nombre comercial, pero detrás hay seis o siete empresas, la cantidad exacta la desconocen, que son las que verdaderamente conceden los préstamos y otras realizan los cobros.
Este, asegura que una de las empresas se llama o se llama Teradata. Otra DMG International Insurance, otra Fiban, otra se llama Idesa, otra Ravermat y la última, posiblemente, se llama Dinamis, que es una fiduciaria que crearon.
Establecen que hay prestanombres o testaferros, que son los que están en las actas constitutivas de esas empresas. “Ellos no están porque debido a sus malas prácticas iniciando en sus empresas, hicieron cosas indebidas en el sistema financiero y el sistema financiero veta con nombres a usted o a quien sea y hay varias entidades financieras que sí le cerraron cuentas por su modelo de negocio”.
Por ejemplo, una de las compañías detrás de Iban, Tecnología Teradata fue registrada en abril de 2018 y tiene como gerente a Carlos Alonso Pacheco Sterling.
Entre los representantes de las empresas en los contratos de crédito también figuran: Yomaly de la Cruz Guerrero, por Ravermat; y Esmeiry Moreno de la Cruz en representación de Fiban. Todas estas empresas forman parte de la marca Iban, que pese a que surgió en 2016 no es hasta mediados de 2017 que empieza a erogar préstamos de un millón de pesos como máximo y ya en la actualidad, según exempleados, tienen colocados hasta 1800 millones de pesos.
Poco tiempo después, los clientes se dan cuenta de que sus préstamos son calculados con tablas de amortización que no corresponden al sistema legal del país, piensan que están amortizando su deuda y es todo lo contrario, aumentan porque los contratos tiene cláusulas de penalidad abusivas, según lo narrado por los denunciantes.
Sosa, experto en finanzas, afirma que “los contratos tienen que ser los contratos que tienen todos los bancos en la República Dominicana. Lo único que le pueden cambiar son los numeritos la taza es tanto pero no pueden aparecerse con unos con unos cargos escondidos”.
Félix, afectado, narra que el 31 en agosto del 2020 se puso al día, según lo que exigía la empresa, pero que a finales de septiembre del mismo año, ellos fueron a su casa y “le hacen un show a mi esposa que era diabética, yo no estaba ahí. Cuando yo llego encuentro a mi esposa llorando nerviosa, con una intimación de pago de que en ‘x’ tiempo nos iban embargar”.
“Esa financiera tiene como meta es quitarle la casa al cliente, porque así la pueden vender, tener un aumento de capital y asumir cualquier pérdida en un futuro. Inclusive no quieren ir a estamentos legales sino que el cliente le entregue voluntariamente o venda” (…) “porque la intención es que el cliente no pague, que entregue la propiedad”, afirmó Juan, exempleado.
Los denunciantes también relacionan el accionar de Iban On Line con un hecho reportado en los medios, en marzo de este año: el fallecimiento de Adelson Vicente Bencosme, quien fue encontrado muerto, presuntamente por suicidio, en el interior de una cabaña en Santiago y era buscado por agentes de la Policía Nacional, tras ser acusado de matar al prestamista José Ramírez Almonte, de 53 años de edad.
Una de las modalidades de estas empresas es que cuando tienen una cartera incobrables las venden a otras compañías, como lo establece el experto en finanzas, quien explica que eso ha sucedido en Alemania, donde ya se han tomado medidas.
El experto en finanzas dice conocer “el caso de una compañía que después tuvo que cerrar en funciones en Alemania o la vendieron a otros países porque ellos lo que hacían era dar estos préstamos con altos intereses, recuperaban parte del dinero y después vendían lo que era la cartera incobrable a una compañía”.
En República Dominicana, ha pasado lo mismo ya que esta compañía, como lo establece este abogado que representa a una persona que compró una cartera de crédito a Iban On Line y a sus empresas Tecnología Teradata e International Insurance. y que pese que esos deudores ya no les pertenecen a la financiera sino a su cliente, los seguían llamando, por lo que depositaron una querella en la Fiscalía del Distrito Nacional.
En el país no hay un marco legal que regularice las Fintech, cuando en otras naciones como Holanda, Abu Dhabi, Canadá, Reino Unido, y en América Latina, México que han dado firmes pasos en su apuesta por promover y regular el sector ‘fintech’, pues cuentan con leyes.
La Superintendencia de Bancos y de Valores alega que no hay regulaciones en el país que indiquen que la regulación de productos financieros sea responsabilidad de esas instituciones. Otro problema de la falta de regulación es que estas empresas no pagan impuestos.