El jefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre, general de brigada Frank Mauricio Cabrera Rizek, no tiene comentario sobre las denuncias hechas por los alcaldes de Dajabón, Jimaní y Pedro Santana, de que militares cobran peaje a cada haitiano ilegal que ingresa a territorio dominicano.
Mientras que el nuevo comandante del Ejército República Dominicana, mayor general Carlos Antonio Fernández Onofre, viajará en los próximos días a la frontera para conocer de esta denuncia y de la realidad operante en los pueblos fronterizos con Haití, de acuerdo a una revelación hecha por una fuente al más alto nivel para N Digital.
Fernández Onofre fue designado el pasado martes 16 de agosto como comandante del Ejército y se está poniendo al corriente sobre la institución. Anteriormente se desempeñaba como presidente de la Junta de Retiros y Fondo de Pensiones de las Fuerzas Armadas.
“Sin comentarios”, fue lo único que escuetamente dijo el director del Cesfront sobre la denuncia de que militares dirigen mafias para el trasiego ilegal de indocumentados haitianos que ingresan a territorio de RD.
Los alcaldes Santiago Riverón (PRM-Dajabón), Dionisys Méndez (PLD-Jimaní), provincia Independencia e Hipólito Valenzuela (PRD-Pedro Santana), provincia Elías Piña, revelaron a N Digital que militares cobran peaje por cada haitiano que permite entrar por los pasos formales de la frontera.
Revelaron que todo comienza con el cobro que va desde 200, 300, 500 y hasta 600 pesos por cada indocumentado y luego va pasando a estructuras de civiles que se encargan de introducirlos a diversos pueblos de República Dominicana.
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EL PRÓXIMO MURO DEBE CONSTRUIRSE EN LA MENTE DE MILITARES. Para el alcalde perremeista por Dajabón sería bueno crear otro muro, además de la verja que se levanta en la frontera RD-Haití, pero en la mente de los militares a los fines de ver si detienen el negocio de ingreso de indocumentados a cambio de dinero.
Dijo que se trata de un negocio redondo, muy lucrativo y que para ello, militares introducen a ilegales por la puerta del mercado binacional, cobrando entre 200 y 500 pesos por cabeza.
“Los días de mercado, dos días a la semana, son terribles para nosotros, porque ese negocio se hace ahí mismo, en la puerta del mercado, donde confluyen haitianos y dominicanos”, precisó Riverón.
El alcalde oficialista continuó explicando que, luego de entrada al territorio de Dajabón, los indocumentados son llevados a casa de acogidas o a hoteles y por las noches, son trasladados a diferentes pueblos.
MAFIA DE CIVILES Y MILITARES EN JIMANÍ. El alcalde Dionisys Méndez dijo que el trasiego de indocumentados auspiciados por soldados dominicanos es una práctica vieja y que involucra a civiles.
“Los militares no están solo en eso; ellos pueden ser cómplices y permiten el paso por los puestos de chequeo, pero luego: son civiles que se encargan de los vehículos y la distribución de los que entran”, afirmó Méndez.
El alcalde peledeista manifestó que se trata de una red mixta, constituida con militares, miembros del departamento de Migración, el J2, por lo que estima que es una responsabilidad de Estado, de conciencia.
“El mismo camino que recorro yo, como autoridad, ese mismo camino recorren haitianos ilegales, usando los mismos taramos carreteros, los pasos terrestres, carreteras“, afirmó el edil opositor,
TRAVESÍA POR LA CORDILLERA EN PEDRO SANTANA. El síndico Hipólito Valenzuela explicó que en los puestos de chequeos del Ejército República Dominicana es donde comienza el pago de peaje de ilegales, que va entre 300 y 500 pesos.
El alcalde PRD dijo que los ingresos se dan en motores, con varios individuos abordo, que recorren caminos dispuestos en la Cordillera Central.
“Estos motoristas tienen una travesía por caminos abiertos por la cordillera, que inicia por la zona de El Morro, por el puesto militar, y luego prosiguen con destino San Juan, con unos guías distribuidos en la sesión Las Palmas y Nicolás hasta llegar a Yacaguete, que es zona de San Juan”, afirmó Valenzuela.
El edil perredeista opinó que esa travesía prosigue a manos de civiles por plenas vías públicas, pues luego de San Juan, los controles son más reducidos, pues en los puestos de chequeos restantes, militares están más al pendiente del trasiego de armas, drogas o cualquier otro contrabando, quede haitianos.
