El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, prolongó hoy el estado de emergencia declarado un día después de los mortales atentados del 21 de abril contra iglesias cristianas y hoteles de lujo en los que murieron 253 personas y dejaron más de 500 heridos.
“Estoy convencido de que en razón de la emergencia pública en Sri Lanka, es conveniente hacerlo así, en interés de la seguridad pública (y) la salvaguarda del orden público”, informó Sirisena en un decreto extraordinario.
El presidente esrilanqués ya extendió el estado de emergencia hace un mes, aunque entonces aseguró a la comunidad diplomática del país que no lo renovaría una segunda vez.
La nueva ampliación del estado de emergencia, tras los atentados suicidas vinculados a organizaciones extremistas locales y reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), ha suscitado las críticas de algunos partidos políticos de la oposición y activistas locales.
“No creemos que sea necesario mantener el estado de emergencia ahora. Las regulaciones tienen implicaciones profundas y son draconianas”, afirmó a Efe el parlamentario M.A. Sumanthiran, de la opositora Alianza Tamil Nacional (TNA, en inglés).
El TNA anunció que votará en contra de la medida en el Parlamento ya que la ampliación debe ser validada en la Cámara.
El Gobierno esrilanqués y el Parlamento han iniciado investigaciones para dilucidar los fallos en la seguridad que condujeron a los atentados, tras darse a conocer que las autoridades de la nación insular habían recibido información de países aliados de la posibilidad de las explosiones y sobre sus autores.
El comité parlamentario anunció hoy que el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, así como dos ex ministros de Ley y Orden, deberán comparecer para esclarecer los hechos.
Wickremesinghe fue destituido a finales del año pasado por Sirisena del puesto desatando una crisis institucional hasta que volvió a asumir el cargo, y ha mantenido desde el inicio que no pudo actuar porque las agencias bajo su autoridad no le informaron.
Sirisena -que además del puesto de presidente ocupa el de ministro de Defensa- también ha sido criticado por la comisión parlamentaria por no haber reaccionado ante las informaciones del atentado inminente y no haber seguido los protocolos.
Los atentados fueron cometidos durante las misas del Domingo de Resurrección en tres iglesias y tres hoteles de lujo por al menos nueve suicidas que portaban potentes explosivos.
Desde entonces, las fuerzas de seguridad han practicado redadas en todo el país y sobre todo en vecindarios con predominantes poblaciones musulmanas.