Las autoridades a cargo de las Cataratas del Iguazú anunciaron el cierre preventivo del circuito de la Garganta del Diablo, debido a la crecida del río Iguazú a raíz de las persistentes lluvias en las altas cuencas que se ubican en el territorio brasileño. Por el momento, no hay una fecha estimativa para la reapertura del circuito que concluye en el principal salto de las cataratas, ya que dependerá del tiempo que el afluente tarde en recuperar sus flujos normales.
El intendente del Parque Nacional Iguazú, Claudio Sacramento, la decisión fue producto del análisis de las métricas y previsiones sobre la crecida del río, por lo que se determinó que el nivel del agua continuaría en aumento. “A partir de las 14 horas se va a comenzar con el proceso de rebatimiento de las pasarelas, pensando en que la creciente haga el menor daño material posible”, explicó durante una conferencia de prensa realizada el martes junto a los representantes de la empresa Iguazú Argentina Sociedad Anónima (IASA) y los guardaparques.
En este sentido, el titular del parque remarcó que se trata de un cierre “preventivo”, luego de que pronosticara que en estos días “el caudal del río estará entre 10 mil y 12 mil metros cúbicos por segundo (m³/s), por eso deben tomarse las precauciones”. Asimismo, adelantó que se espera que el incremento del caudal de agua en el río sea de unos 6.500 metros cúbicos por segundo, pese a que los valores normales suelen oscilar entre 1.200 y 1.500.
De acuerdo con la información obtenida por Télam, el resto del Parque Nacional permanecerá abierto al público, por lo que los turistas podrán optar por conocer el circuito inferior y superior de las cataratas en su lugar. En cuanto a aquellos turistas que hayan reservado sus entradas con anticipación y quieran reprogramar la excursión podrán hacerlo sin costo adicional durante los próximos días.
Según los registros del Parque Nacional, la última vez que el circuito de la Garganta del Diablo tuvo que ser cerrado al público fue en el verano de este año, debido a que el sector fue sometido a reparaciones y reconstrucciones de las pasarelas ubicadas en el corazón de las cascadas.
Frente a la falta de certezas para anunciar la reapertura del recorrido más popular del parque, las autoridades del lugar indicaron que se informará diariamente sobre el estado de la crecida por las redes sociales y canales oficiales, con el fin de que los visitantes puedan planificar su cronograma de actividades.
A pesar que los administradores del patrimonio natural reconocieron que suele ser habitual tomar este tipo de medidas para proteger la estructura que permite que miles de turistas recorran una de las siete maravillas del mundo moderno, la situación actual era algo poco previsible, debido a que los meses en los que hay mayor presencia de precipitaciones suele ser en junio, septiembre y diciembre, siendo el último mes del año la época en la que se registran las mayores crecidas.
Por otro lado, si bien los metros cúbicos por segundo que las autoridades pronosticaron para el pico de la crecida del río Iguazú, los registros de los aumentos de caudales de agua reportaron una marca histórica durante en junio de 2014, cuando los niveles escalaron hasta los 45.700 mil metros cúbicos por segundo.
Anteriormente, la racha máxima que se había registrado había ocurrido en las inundaciones de 1992, en donde los expertos midieron un caudal de 36 mil metros cúbicos por segundo. En aquella oportunidad, los destrozos dentro del parque fueron múltiples, debido a que tuvieron que repararse 28 tramos de las pasarelas que fueron arrancadas por la fuerza del agua.