Los 40 están ahí, a la vuelta de la esquina, dispuestos a cogerte entre sus garras. Eh, no pasa nada, cualquier otra opción es peor, pero lo cierto es que los días de tu adolescencia en los que podías comer pizza y después desayunar la reseca han quedado muy atrás. Quizá ahora comas mucho mejor y aun así el peso no parece bajar en la báscula. ¿Cosas de la edad?
A medida que envejeces, como sabrás de sobra, se ralentiza tu metabolismo. “Además, es natural perder masa muscular”, indica William Samuel Yancy en la revista masculina ‘Men’s Health’. “Es por ello que cuesta mucho más volver a tener el cuerpo de juventud. No obstante, aunque difícil, no es imposible ‘hackear’ tu biología y estilo de vida para perder peso una vez has pasado esa franja de edad”.
A partir de los 30 puedes perder del 3 al 5% de la masa muscular si no te mantienes activo. Por suerte, es un condicional, dado que también puedes optar por mantenerlo o incluso recuperarlo con una rutina de fuerza regular. ¿Lo mejor? Ya sabes, siempre combinar ejercicios de fuerza con cardio. Si estás apuntado al gimnasio podrás empezar con ocho o diez minutos de bicicleta, elíptica o cinta, con el fin de calentar, y después comenzar con el entrenamiento: sentadillas, prensas de piernas, trabajo con kettlebell… y después volver a la carga con otra media hora de cardio.
Una rutina de ejercicios en la que combines cardio y fuerza es fundamental, cuanto más músculo tengas más fácil te será perder peso
¿Por qué es tan importante seguir una rutina de ejercicios? (lo ideal es hacer de tres a cuatro días a la semana), “cuanto más músculo tenemos, más calorías quemamos”, dice Kristin Kirkpatrick, consultora de medicina y estilo de vida para la Clínica Cleveland. “Afecta al metabolismo, por lo tanto podrás comer más”. Por ello debes intentar combinar fuerza y cardio, como decíamos.
Eso sí, porque una dieta se ponga de moda no significa que tengas que seguirla. Cada persona es un mundo y hay muchos patrones de alimentación que se pueden usar para perder peso, si eres lector frecuente de esta sección los conocerás de sobra: keto, paleo, mediterránea, vegana… desgraciadamente tenemos una mala noticia: no hay tantas investigaciones sobre cuál funciona mejor en hombres como en mujeres. “Para los hombres, a veces es tan simple como reducir calorías o acortar el tiempo en que se come a una ventana de 8 a 10 horas por día” (el famoso ayuno intermitente), asegura el experto. Incluso algo tan sencillo como no comer después de las 6 de la tarde puede hacer una gran diferencia.
Si realmente quieres un plan específico y crees que tienes suficiente fuerza de voluntad para llevarlo a cabo, es fundamental que se adapte a tu estilo de vida, y para los hombres mayores de 40 a veces es un poco complicado con las obligaciones del trabajo y la familia. La keto va a ser difícil en estas ocasiones, por ejemplo, no te limites a elegir lo que le funcionó a un amigo, piensa en ti mismo.
“Otro factor que veo que puede ayudar a los hombres es echar un vistazo a los hábitos de bebida”, explica. “Los hombres a los que he recomendado alguna vez cortar con el alcohol (o reducirlo significativamente) tienden a perder peso más fácilmente”.
Si quieres empezar una dieta, es fundamental que elijas un plan que se ajuste a tu vida
Vale, quizá te has llevado las manos a la cabeza porque no estás dispuesto a que te quiten la felicidad que aporta una cerveza fresca una calurosa tarde. No te preocupes, ser sobrio curioso no significa volverse abstemio. Hay muchas opciones sin alcohol en el mercado, pues a día de hoy puedes perfectamente mantener la vida social sin tener que tomarte tres copas. Tu cuerpo te lo agradecerá y tu báscula te dará una sorpresa.
